El uso de la pirotecnia es un hábito que últimamente tuvo serias repercusiones en el seno de la comunidad.
Si bien, muchos individuos desde niños que para las fiestas de fin de año utilizan pirotecnia como parte del festejo, desde protectoras de animales, padres de niños con autismo, excombatientes de Malvinas, adultos mayores, personal de la sanidad, bomberos y otros se creó un mensaje de concientización para erradicar o al menos controlar esta tradición porque no es sana y perjudica de forma grave la salud física y emocional de miles de mascotas, niños, jóvenes y adultos.
Además de ser un daño para ellos, el uso de artefactos pirotécnicos año tras año lesiona a cientos de jujeños debido a explosiones o alergias que la pólvora les provoca. Ambientalistas y bomberos son otros de los actores sociales que se oponen a esta costumbre porque también es una vía de contaminación al medio ambiente.
Su uso inadecuado también es la causa de daños materiales a bienes privados y públicos, como incendios en zonas arbóreas, coches calcinados, toldos en llamas, entre otros.
Los bebés, los ancianos y las personas convalecientes se ven obligados a soportar con incomodidad y malestar el ruido ensordecedor de estos estruendos que podrían evitarse.
Son muchos los factores que hacen fuerza para que de una vez por todas, el lazo solidario trascienda y se piense en el otro que sufre y no disfruta las fiestas.
Estas explosiones se usan como forma de diversos festejos como ser un partido de fútbol, una celebridad religiosa, un evento o festival pero tiene mayor convocatoria durante Navidad y año nuevo.
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El uso de la pirotecnia es un hábito que últimamente tuvo serias repercusiones en el seno de la comunidad.
Si bien, muchos individuos desde niños que para las fiestas de fin de año utilizan pirotecnia como parte del festejo, desde protectoras de animales, padres de niños con autismo, excombatientes de Malvinas, adultos mayores, personal de la sanidad, bomberos y otros se creó un mensaje de concientización para erradicar o al menos controlar esta tradición porque no es sana y perjudica de forma grave la salud física y emocional de miles de mascotas, niños, jóvenes y adultos.
Además de ser un daño para ellos, el uso de artefactos pirotécnicos año tras año lesiona a cientos de jujeños debido a explosiones o alergias que la pólvora les provoca. Ambientalistas y bomberos son otros de los actores sociales que se oponen a esta costumbre porque también es una vía de contaminación al medio ambiente.
Su uso inadecuado también es la causa de daños materiales a bienes privados y públicos, como incendios en zonas arbóreas, coches calcinados, toldos en llamas, entre otros.
Los bebés, los ancianos y las personas convalecientes se ven obligados a soportar con incomodidad y malestar el ruido ensordecedor de estos estruendos que podrían evitarse.
Son muchos los factores que hacen fuerza para que de una vez por todas, el lazo solidario trascienda y se piense en el otro que sufre y no disfruta las fiestas.
Estas explosiones se usan como forma de diversos festejos como ser un partido de fútbol, una celebridad religiosa, un evento o festival pero tiene mayor convocatoria durante Navidad y año nuevo.
Jorge Peñaloza, referente de fundación "Sonrisas" y papá de un niño con autismo en diálogo con El Tribuno de Jujuy, comentó que "ante el ruido del estallido de cohetes mi hijo entra en una situación desesperante, se tapa los oídos, se pone nervioso, le agarra taquicardia, no sabe qué hacer. En vez de hacer el brindis cuando son las 12 como cualquier familia tenemos que ir a abrazarlo junto a mi esposa y su hermana. Nos encerramos en la pieza y entre todos lo abrazamos haciéndolo sentir seguro. La pasamos mal".
Mediante redes sociales, un seguidor de El Tribuno manifestó su descontento con el uso de la pirotecnia resaltando que los daños de esos explosivos provocan terror, confusión y taquicardia en su hijo de 4 años que convive dentro de una condición del espectro autista.
Los niños con autismo poseen una hipersensitividad sensorial, por ello, los estruendos que ocasiona la pirotecnia repercuten de una forma dañina en sus oídos y tienden a desesperarse. "En las últimas fiestas sufrimos mucho, cuando empezaron a tirar cohetes mi hijo salió corriendo y se encerró en el baño, empezó a cortarse las orejas con un cortaplumas, fue una situación muy frustrante. Por suerte pudimos romper la cerradura de la puerta y lo paramos, podría haber pasado cualquier cosa" dice el padre de un niño víctima de la pirotecnia.
Las mascotas también son seres que sufren el uso pirotecnico, para estas épocas muchos perros o gatos al escuchar esos estruendos tienden a salir corriendo desesperados y jamás regresan a su hogar, pero más afectados son aquellos que intentan morder el explosivo y se le revienta en el hocico provocándoles graves lesiones o incluso la muerte.
"Nosotros volvemos a Malvinas"
En Jujuy conviven numerosas personas que lucharon en la guerra de Malvinas, en todos ellos, al regresar del conflicto bélico de 1982 tuvieron que soportar las secuelas que le provocó la guerra.
Hay distintas patologías que acarrearon en los años posteriores, una de ellas se relaciona con el sistema auditivo ya que al estar en contacto con esas terribles bombas que más de una vez explotaban muy cerca de ellos, les provocaron cierta sensibilidad en sus oídos.
Oscar Chiliguay, referente de la asociación de excombatientes de Malvinas 2 de Mayo de Palpalá contó que "después de 1982 me dan de baja en las Fuerzas Armadas, cuando regresé a Palpalá, yo era joven tenía 20 años. Para Navidad como cualquier otra familia estábamos por hacer el brindis a las 12 y empezaron a tirar los cohetes. Al escuchar esos sonidos sentí que volvía a la guerra, automáticamente me arrojé al suelo y empecé a arrastrarme para buscar un refugio, me metí debajo de mi cama".
"Fue una reacción automática, sentía que de nuevo estaba en Malvinas", aseguró.
Relató más delante que "otra situación y peor me ocurrió en una cancha de fútbol, arrojaron estruendos y atiné a tirarme cuerpo tierra y arrastrarme a buscar refugio. Momento que fue producto de burlas de todos los que estaban ahí".
Con respecto a la reacción de su familia, dijo: "Imaginate el dolor y la angustia que causó eso en mis padres y hermanos, ellos trataban de contenerme pero yo no podía, hasta que pasó todo y volví a la realidad".
Esas son algunas de las secuelas que ellos tuvieron y aprendieron a convivir con eso con respecto al mensaje de concientización Chiliguay manifestó que "tenemos que tomar conciencia del daño que se le causa a otra persona, muchas veces por el desconocimiento sobre esto ocasionamos mucho dolor en el otro, eso me tocó a mí, mi familia y yo sufrimos mucho con eso".