El 28 de noviembre de 2016 el vuelo 2933 de la empresa LaMia que transportaba al plantel del equipo brasileño de fútbol Chapecoense rumbo a la ciudad de Medellín para enfrentar a Atlético Nacional en la final de la Copa Sudamericana, se precipitó y terminó con la vida de 71 personas, entre jugadores, cuerpo técnico, dirigentes, periodistas y tripulantes.
inicia sesión o regístrate.
El 28 de noviembre de 2016 el vuelo 2933 de la empresa LaMia que transportaba al plantel del equipo brasileño de fútbol Chapecoense rumbo a la ciudad de Medellín para enfrentar a Atlético Nacional en la final de la Copa Sudamericana, se precipitó y terminó con la vida de 71 personas, entre jugadores, cuerpo técnico, dirigentes, periodistas y tripulantes.
La tragedia hizo recordar, por su magnitud, a lo ocurrido en diciembre de 1987, cuando cayó en Perú un avión que llevaba al plantel de Alianza Lima y, más atrás, en Superga, Italia, cuando en 1949 también murieron en un accidente aéreo 18 jugadores del Torino.
A un año del drama de Medellín, el Chapecoense, que venció el fin de semana pasado 1 a 0 a Bahía en el Brasilerao, consiguió su clasificación a la Copa Sudamericana 2018 y tiene posibilidades todavía de ir a la Libertadores, aunque la tristeza embargará a toda la ciudad del estado de Santa Catarina al recordar hoy aquel hecho.
La tragedia, en la cual sobrevivieron cinco personas, afectó seriamente al modesto club brasileño, que había eliminado en ese torneo a Independiente y San Lorenzo, y motivó la solidaria reacción del mundo del fútbol.
En la oscuridad de la lluviosa noche colombiana el avión que transportaba a la delegación, que había partido de la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra y que, según se supo después a través de distintas investigaciones, se quedó sin combustible, se precipitó a tierra y se estrelló contra la ladera del Cerro Gordo.
Fallecieron 71 de los 77 ocupantes, entre ellos 19 futbolistas; el presidente de la institución, el entrenador y casi todo el cuerpo técnico.
De los 25 jugadores convocados, solo sobrevivieron tres: Jakson Follmann (al que le amputaron una pierna), Alan Ruschel y Helio Neto.
En una entrevista con Espn, esos tres futbolistas contaron con detalles cómo vivieron aquella tragedia que marcó para siempre sus vidas.
"Yo recuerdo que era un vuelo tranquilo hasta que el motor del avión se apagó. Todas las luces se apagaron y hubo un silencio. De repente, todos se sentaron, nadie sabía lo que estaba pasando. Fue realmente confuso", contó Follmann. "Recuerdo que mucha gente empezó a rezar en voz alta, minutos antes de caer", agregó.
En homenaje permanente a las víctimas del accidente, el Chapecoense modificó su escudo para incluir dos estrellas: una blanca en la parte superior, como campeón de la Copa Sudamericana, y otra dentro de la letra "F" que recuerda a los 19 futbolistas fallecidos.