La monja japonesa Kosaka Kumiko, acusada de ser partícipe primaria y también autora de los abusos sexuales a niños sordomudos del instituto "Antonio Próvolo" en Luján de Cuyo, fue beneficiada en las últimas horas con prisión domiciliaria, lo que desató polémica con los abogados de las víctimas.
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La monja japonesa Kosaka Kumiko, acusada de ser partícipe primaria y también autora de los abusos sexuales a niños sordomudos del instituto "Antonio Próvolo" en Luján de Cuyo, fue beneficiada en las últimas horas con prisión domiciliaria, lo que desató polémica con los abogados de las víctimas.
Los abogados querellantes de la ong Xumek acusaron al Ministerio Público Fiscal y al fiscal adjunto Gonzalo Nazar de habilitar la medida a favor de la religiosa a pesar de que ella "no cumplió con los requisitos que se exigen para tal fin".
"La resolución del fiscal Stroppiana dice que si bien la Primera Cámara del Crimen le dio la prisión domiciliaria a Kumiko bajo las condiciones que la fiscalía creyera que hacían falta, tras determinados informes para acceder al beneficio, que resultaron negativos, el fiscal expresó que por orden de su superior, Gonzalo Nazar, se otorgaba igualmente la domiciliaria", explicó el grupo de abogados.
Y es acá donde está el nudo central de toda la polémica por la situación de la monja japonesa, Kosaka Kumiko.
Es que el informe psiquiátrico de Kumiko ya resultó desfavorable para acceder a la domiciliaria.
Los especialistas indicaron que la personalidad de la monja hace dudar de que cumpla con ese régimen de confianza.