Gimnasia aprobó el examen. Superó una prueba de fuego, atendiendo que había mostrado dos caras en este inicio de la B Nacional. En el debut jugó mal, una semana después ganó de visitante con buen fútbol y la duda era saber cómo iba a responder ayer. Pero por la tercera fecha venció con autoridad a Quilmes en el estadio "23 de Agosto con gol de Guido Dal Casón y Rodrigo Morales. La diferencia pudo haber sido mayor inclusive, ya que fue superior a su rival.
inicia sesión o regístrate.
Gimnasia aprobó el examen. Superó una prueba de fuego, atendiendo que había mostrado dos caras en este inicio de la B Nacional. En el debut jugó mal, una semana después ganó de visitante con buen fútbol y la duda era saber cómo iba a responder ayer. Pero por la tercera fecha venció con autoridad a Quilmes en el estadio "23 de Agosto con gol de Guido Dal Casón y Rodrigo Morales. La diferencia pudo haber sido mayor inclusive, ya que fue superior a su rival.
En el inicio del partido, Auzqui habilitó Dal Casón y el "9" casi de entrada abrió el marcador, pero la pelota pegó en la parte posterior de la red.
Sin embargo, sólo se trató de un aviso. Porque después fue el "cervecero" fue quien sorprendió al presionar sobre la salida y al adueñarse del mediocampo.
Si bien se mostró ofensivo, nunca tuvo ideas claras para terminar cada avance en un ataque serio. El "lobo", en esos minutos, corrió mucho más de lo que pensó y sin la pelota en los pies, todo le cuesta el doble.
Un tiro córner ejecutado por derecha encontró a Dal Casón ganando sobre los centrales de Quilmes y cabeceando al fondo de las mallas. El estadio estalló de felicidad.
Para la visita fue un baldazo de agua y para el local implicó tranquilidad.
A partir de allí comenzó "otro" encuentro. Y encima, al empezar el complemento, Colotto golpeó a Dal Casón. La expulsión del central fue determinante.
El "lobo", con un inspirado Auzqui y un desequilibrante Tesuri, inclinó la cancha. Superó claramente al rival y sólo falló en la estocada final. También es cierto que la fortuna le jugó en contra, por ejemplo con un disparo de "Nacho" Sanabria que fue devuelto por el palo.
Ya en tiempo de descuento, otra vez Tesuri desbordó, tiró un centro atrás, Ferreyra abrió sus piernas y como venía, Morales clavó un golazo de aquellos. El "Chino" había arrancado la acción recuperando el balón en su campo.
El equipo del "Pulpo" se fue aplaudido, pero sabe que el torneo recién se inicia y que el lunes 9 deberá volver a rendir examen.
"El equipo da tranquilidad"
Martín Astudillo analizó sobre la victoria de ayer que "sabíamos que iba a ser un partido complicado. Que teníamos que estar concentrados durante los minutos que durara el mismo y no dándole chance a un equipo que tiene aspiraciones de volver a Primera División. Fue un partido bastante cerrado en el juego y se jugó con muchos pelotazos. Creo que cuando nosotros tuvimos la tranquilidad necesaria para jugar la pelota de un lado para el otro, pudimos hacer daño. Pero no podíamos dejar nada al azar y jugar cada pelota como si fuera la última".
Siguiendo con su análisis, explicó que "asegurar ese primer pase nos está costando. Y más cuando tuvimos un hombre de más. Creo que si hubiéramos tenido la tranquilidad suficiente para dar ese primer pase bueno, hubiéramos tenido muchísimas más chances para concretar de las que tuvimos. Quisimos sentenciar antes el partido y nos pusimos nerviosos, pero cuando se dan estos partidos es importante tener tranquilidad".
Igualmente manifestó que "me deja tranquilo, todas las líneas del equipo. Eso es primordial. Sabemos que los delanteros están pasando un buen momento porque están marcando y es bueno. Pero lo que pretendemos es que el equipo se afiance en todas las líneas y sea un equipo compacto. A eso apuntamos".
Finalmente el entrenador de Gimnasia y Esgrima, comentó sobre el juego de ayer que "la presión alta en muchos pasajes nos dio frutos. A veces cuando el equipo rival tiene más prioridad a salir jugando, se hace difícil presionar arriba. Entonces sabíamos que Quilmes le gusta salir jugando, pero no tiene muchas opciones, entonces lo que pretendimos fue que tiren el pelotazo y poder agarrar la pelota en la segunda jugada. En el primer tiempo nos costó eso, pero después nos normalizamos en ese sentido. Queremos eso: tener una presión alta para que el rival no salga jugando cómodo y de ese modo podamos dominar nosotros". (Manuel Caballero)