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8 de Agosto,  Jujuy, Argentina
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Kuczynski asumió con promesas de unión y paz

Viernes, 29 de julio de 2016 01:30
<div>KUCZYNSKI / EN LA PUERTA DEL PALACIO DE GOBIERNO LUEGO DE SU TOMA DE POSESIÓN.</div><div>
El economista liberal Pedro Pablo Kuczynski asumió ayer la presidencia de Perú con el compromiso de dejar a su país "en paz y unión" al cabo de sus cinco años de gobierno, la promesa de generar una "revolución social" y la advertencia de que no permitirá a sus funcionarios "caer en la indignidad de la corrupción".
"Quiero asegurar a todos y a todas mi agradecimiento y compromiso para que el país entero llegue a la meta de la paz y unión de los peruanos en el bicentenario de nuestra independencia, que será exactamente en cinco años", afirmó Kuczynski en el discurso de toma de jura frente al Congreso.
El nuevo presidente peruano, de 77 años, llega al poder después de haber vencido por muy ajustado margen a la fuerza derechista que sostuvo la candidatura de Keiko Fujimori, hija del encarcelado exmandatario Alberto Fujimori, y deberá gobernar con un Congreso dominado por la oposición.
"Sí a la paz, sí a la unión, no al enfrentamiento, no a la división", exclamó en medio de una ovación de los legisladores.
En su mensaje de 30 minutos, ante la presencia de varios presidentes latinoamericanos, Kuczynski dijo que su prioridad en el gobierno será trabajar para "levantar el ingreso de los más pobres" y "poner más dinero en los bolsillos y en los hogares de los peruanos".
"Debemos dar un gran salto, solo con ese salto llegaremos a la modernidad que el Perú anhela. Quiero una revolución social para mi país, anhelo que en cinco años el Perú sea un país moderno, más justo, más equitativo y más solidario", señaló.
Hizo varias alusiones a la necesidad de construir un país "más moderno", una meta que, según dijo, se alcanzará con medidas que apunten a "la igualdad de oportunidades".
"Pondremos el bienestar de las personas como el objetivo fundamental de cualquier cambio o reforma", prometió.
El dirigente liberal resumió en seis puntos los objetivos sociales centrales que se fijó para su administración. Aseguró que pretende "llevar agua potable y desages a todos los peruanos, asegurar servicios de educación de calidad y de salud pública sensible al enfermo, oportuno y eficaz; formalizar el país los máximo posible, construir infraestructura para el desarrollo y liberar a la Patria de la corrupción, la discriminación y de la inseguridad".
Kuczynski, del partido liberal Peruanos por el Cambio, asumió para un período de gobierno de cinco años en el que deberá administrar con un Congreso dominado por la oposición derechista de Fuerza Popular (FP) de Keiko Fujimori.
Las relaciones entre Kuczynski y FP son por lo menos tensas. El fujimorismo no perdona al presidente electo su viraje desde el apoyo decidido que dio a Keiko para el balotaje de 2011 a la campaña que consideró agresiva para la segunda vuelta de junio pasado.
De hecho, y contra una larga tradición en la política peruana, Keiko no saludó a Kuczynski como ganador del balotaje.

Una presidencia que tiene grandes desafíos para el futuro
Kuczynski deberá buscar apoyo en el Congreso con las principales fuerzas políticas del país, pero por sobre todo con el Fujimorismo.
Humala (2011-2016) priorizó en su gestión programas sociales aplicados a sectores vulnerables. En su período, unos tres millones de peruanos salieron de la pobreza. "El sello de mi gobierno es la inclusión social", dijo en su mensaje de despedida la noche del miércoles.
En su condición de comandante retirado del Ejército, la ciudadanía esperaba mano dura con la delincuencia y autoridad. Sin embargo, la inseguridad ciudadana se incrementó y deja 152 conflictos ocioambientales activados. Humala deja el poder con un 25% de popularidad.
El PIB de Perú puede crecer 4% este año, mejor que sus vecinos, y la minería es un importante motor en la economía de este país, tercer mayor productor mundial de cobre. Los conflictos por temor a contaminación ambiental han impedido proyectos clave.
Para Kuczynski, la oposición radical a proyectos mineros se debió a que no se han resuelto algunos problemas vinculados a servicios básicos y demandas históricas de las comunidades.
Por ello plantea el denominado "adelanto social" para que, antes de la inversión minera, se resuelvan temas vinculados a salud, educación o trabajo en las localidades donde se planea desarrollar un proyecto y, si fuera necesario, flexibilizar la rigurosa normativa medioambiental para alinearla con la de Canadá.
En Perú, uno de los mayores productores mundiales de cocaína según la ONU, el narcotráfico es un flagelo y Pedro Pablo Kuczynski reforzará la sustitución de cultivos de la hoja de coca por otros como el cacao o café, un plan que Perú aplica desde hace varios años. En su economía se mueven 8.500 millones de dólares al año producto del narcotráfico.

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El economista liberal Pedro Pablo Kuczynski asumió ayer la presidencia de Perú con el compromiso de dejar a su país "en paz y unión" al cabo de sus cinco años de gobierno, la promesa de generar una "revolución social" y la advertencia de que no permitirá a sus funcionarios "caer en la indignidad de la corrupción".
"Quiero asegurar a todos y a todas mi agradecimiento y compromiso para que el país entero llegue a la meta de la paz y unión de los peruanos en el bicentenario de nuestra independencia, que será exactamente en cinco años", afirmó Kuczynski en el discurso de toma de jura frente al Congreso.
El nuevo presidente peruano, de 77 años, llega al poder después de haber vencido por muy ajustado margen a la fuerza derechista que sostuvo la candidatura de Keiko Fujimori, hija del encarcelado exmandatario Alberto Fujimori, y deberá gobernar con un Congreso dominado por la oposición.
"Sí a la paz, sí a la unión, no al enfrentamiento, no a la división", exclamó en medio de una ovación de los legisladores.
En su mensaje de 30 minutos, ante la presencia de varios presidentes latinoamericanos, Kuczynski dijo que su prioridad en el gobierno será trabajar para "levantar el ingreso de los más pobres" y "poner más dinero en los bolsillos y en los hogares de los peruanos".
"Debemos dar un gran salto, solo con ese salto llegaremos a la modernidad que el Perú anhela. Quiero una revolución social para mi país, anhelo que en cinco años el Perú sea un país moderno, más justo, más equitativo y más solidario", señaló.
Hizo varias alusiones a la necesidad de construir un país "más moderno", una meta que, según dijo, se alcanzará con medidas que apunten a "la igualdad de oportunidades".
"Pondremos el bienestar de las personas como el objetivo fundamental de cualquier cambio o reforma", prometió.
El dirigente liberal resumió en seis puntos los objetivos sociales centrales que se fijó para su administración. Aseguró que pretende "llevar agua potable y desages a todos los peruanos, asegurar servicios de educación de calidad y de salud pública sensible al enfermo, oportuno y eficaz; formalizar el país los máximo posible, construir infraestructura para el desarrollo y liberar a la Patria de la corrupción, la discriminación y de la inseguridad".
Kuczynski, del partido liberal Peruanos por el Cambio, asumió para un período de gobierno de cinco años en el que deberá administrar con un Congreso dominado por la oposición derechista de Fuerza Popular (FP) de Keiko Fujimori.
Las relaciones entre Kuczynski y FP son por lo menos tensas. El fujimorismo no perdona al presidente electo su viraje desde el apoyo decidido que dio a Keiko para el balotaje de 2011 a la campaña que consideró agresiva para la segunda vuelta de junio pasado.
De hecho, y contra una larga tradición en la política peruana, Keiko no saludó a Kuczynski como ganador del balotaje.

Una presidencia que tiene grandes desafíos para el futuro
Kuczynski deberá buscar apoyo en el Congreso con las principales fuerzas políticas del país, pero por sobre todo con el Fujimorismo.
Humala (2011-2016) priorizó en su gestión programas sociales aplicados a sectores vulnerables. En su período, unos tres millones de peruanos salieron de la pobreza. "El sello de mi gobierno es la inclusión social", dijo en su mensaje de despedida la noche del miércoles.
En su condición de comandante retirado del Ejército, la ciudadanía esperaba mano dura con la delincuencia y autoridad. Sin embargo, la inseguridad ciudadana se incrementó y deja 152 conflictos ocioambientales activados. Humala deja el poder con un 25% de popularidad.
El PIB de Perú puede crecer 4% este año, mejor que sus vecinos, y la minería es un importante motor en la economía de este país, tercer mayor productor mundial de cobre. Los conflictos por temor a contaminación ambiental han impedido proyectos clave.
Para Kuczynski, la oposición radical a proyectos mineros se debió a que no se han resuelto algunos problemas vinculados a servicios básicos y demandas históricas de las comunidades.
Por ello plantea el denominado "adelanto social" para que, antes de la inversión minera, se resuelvan temas vinculados a salud, educación o trabajo en las localidades donde se planea desarrollar un proyecto y, si fuera necesario, flexibilizar la rigurosa normativa medioambiental para alinearla con la de Canadá.
En Perú, uno de los mayores productores mundiales de cocaína según la ONU, el narcotráfico es un flagelo y Pedro Pablo Kuczynski reforzará la sustitución de cultivos de la hoja de coca por otros como el cacao o café, un plan que Perú aplica desde hace varios años. En su economía se mueven 8.500 millones de dólares al año producto del narcotráfico.

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