Esta instancia se llevó a cabo ayer alrededor de las 19, cuando la joven menor de edad en un estado de "shock" apuntó sin titubear al supuesto victimario, que según se supo habría utilizado todo tipo de artimañas para aparentar otro rostro.
"Si bien hay muchas pruebas contundentes, para nosotros esta era la más importante y se concretó con saldo positivo y entiendo que no hay muchas más pruebas por producir, desde mi punto de vista el sumario de instrucciones estaría llegando a su punto final", dijo Fernando Bóveda.
Por su parte la doctora Romina Zarza, defensora de un tercer imputado en la causa, pero que está libre, le dijo a El Tribuno de Jujuy que valora "la fortaleza de la joven para reconocer al imputado y esto esclarece muchas situaciones de la causa".
Zarza defiende al joven que adquirió el teléfono celular que había sido robado a Facundo Bonilla.
Más de catorce meses pasaron desde aquella fatídica noche del 12 de abril, cuando Facundo Bonilla caminaba junto a su novia (menor de edad), por la avenida Juan José Paso en cercanías del patinódromo del barrio Canal de Beagle. Allí fueron interceptados por dos personas que descendieron de una motocicleta, uno de ellos se abalanzó sobre la pareja con intenciones de robarle el celular y en medio de una lucha en la que se trenzaron, el segundo delincuente arremetió contra la humanidad de Bonilla con varias puñaladas.
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Esta instancia se llevó a cabo ayer alrededor de las 19, cuando la joven menor de edad en un estado de "shock" apuntó sin titubear al supuesto victimario, que según se supo habría utilizado todo tipo de artimañas para aparentar otro rostro.
"Si bien hay muchas pruebas contundentes, para nosotros esta era la más importante y se concretó con saldo positivo y entiendo que no hay muchas más pruebas por producir, desde mi punto de vista el sumario de instrucciones estaría llegando a su punto final", dijo Fernando Bóveda.
Por su parte la doctora Romina Zarza, defensora de un tercer imputado en la causa, pero que está libre, le dijo a El Tribuno de Jujuy que valora "la fortaleza de la joven para reconocer al imputado y esto esclarece muchas situaciones de la causa".
Zarza defiende al joven que adquirió el teléfono celular que había sido robado a Facundo Bonilla.
Más de catorce meses pasaron desde aquella fatídica noche del 12 de abril, cuando Facundo Bonilla caminaba junto a su novia (menor de edad), por la avenida Juan José Paso en cercanías del patinódromo del barrio Canal de Beagle. Allí fueron interceptados por dos personas que descendieron de una motocicleta, uno de ellos se abalanzó sobre la pareja con intenciones de robarle el celular y en medio de una lucha en la que se trenzaron, el segundo delincuente arremetió contra la humanidad de Bonilla con varias puñaladas.
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