Los
incendios continuaban avanzando ayer sobre los bosques de la región de
Fort McMurray sin grandes esperanzas de poder sofocarlos por la falta de lluvias abundantes, mientras los miles de evacuados encontraban un poco de alivio en los gestos de solidaridad de los canadienses.
Cansados y desmoralizados por varios días de lucha en vano contra lo que ellos denominan "la bestia", los bomberos admiten que este voraz incendio se extinguirá por sí mismo.
El fuego continúa su avance y podría alcanzar la frontera con la provincia vecina de Saskatchewan, a unos 60 kilómetros de Fort McMurray.
Con 2.000 km2 de bosques y malezas devastadas hasta el momento y con barrios enteros de la ciudad calcinados, o sea una superficie equivalente a las tres cuartas partes de
Luxemburgo, los 500 bomberos en el lugar se dedican a preservar las estructuras vitales, como aquellas que sirven a las telecomunicaciones, electricidad, gas y agua. Los servicios de socorro y efectivos de la Policía resguardan la ciudad y harán falta varios días antes de pensar en retirar los escombros y reparar obras de infraestructura antes de intentar traer de regreso a los pobladores evacuados.
Los
incendios continuaban avanzando ayer sobre los bosques de la región de
Fort McMurray sin grandes esperanzas de poder sofocarlos por la falta de lluvias abundantes, mientras los miles de evacuados encontraban un poco de alivio en los gestos de solidaridad de los canadienses.
Cansados y desmoralizados por varios días de lucha en vano contra lo que ellos denominan "la bestia", los bomberos admiten que este voraz incendio se extinguirá por sí mismo.
El fuego continúa su avance y podría alcanzar la frontera con la provincia vecina de Saskatchewan, a unos 60 kilómetros de Fort McMurray.
Con 2.000 km2 de bosques y malezas devastadas hasta el momento y con barrios enteros de la ciudad calcinados, o sea una superficie equivalente a las tres cuartas partes de
Luxemburgo, los 500 bomberos en el lugar se dedican a preservar las estructuras vitales, como aquellas que sirven a las telecomunicaciones, electricidad, gas y agua. Los servicios de socorro y efectivos de la Policía resguardan la ciudad y harán falta varios días antes de pensar en retirar los escombros y reparar obras de infraestructura antes de intentar traer de regreso a los pobladores evacuados.