En el último caso, de esteatosis hepática, explicó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) se declaró la epidemia de la obesidad infantil, donde el depósito de grasa también a los órganos, y uno es el hígado y produce la patología, y puede generar cirrosis hepática cuando hay inflamación celular. La Fundación "Sayani" relevó más de 800 casos y determinaron que la esteatosis hepática es una de las principales patologías, asociada a otras enfermedades que la desencadenan.
Se detecta con un método muy común, ya que los factores de riesgo son la ecografía abdominal, en la que se ve la grasa en el hígado, porque se trata de pacientes de riesgo, con sobrepeso, obesos, diabéticos, insulino-resistentes, que tienen problemas de dislipemia. Si se ven alteraciones en las enzimas hepáticas, se detectan mediante laboratorio y luego biopsia hepática para determinar si hay inflamación a nivel celular.
El tratamiento implica actuar sobre los factores de riesgo, bajar de peso y actuar sobre otros factores de riesgo. Sin embargo, se hace hincapié cuando se llega a un estadio de cirrosis hepática que puede descompensarse, tiene la indicación de llegar a un trasplante hepático, aunque hay pacientes que se pueden estabilizar y no requerirlo. Explicó que son prevenibles y tratables, y que preocupa la incidencia de obesidad en niños.
El trasplante
Sucede que cuando aparecen descompensación, ascitis que es líquido en el abdomen, encefalopatía que implica desorientación, ictericia que es coloración amarillenta de la piel, daño, significa que su cirrosis se descompensó la cirrosis. Cuando aparece deben ser derivados a un centro de transplante hepático y si está apto se lo pone en lista de espera.
En el país se usa donante cadavérico, porque el donante si lo hiciera podría sufrir daño, pero si se hace en el caso de niños donde se puede donar una parte del hígado. Los pacientes están en lista de trasplante por un puntaje Meld que si es superior a 20 deben vivir en Buenos Aires y si aparece donante Incucai llama y avisa que hay uno y se comienza el operativo.
Una vez trasplantado pueden llevar una vida normal, sólo evitar el exceso de sal si no tiene otra enfermedad como diabetes.
Se detecta con un método muy común, ya que los factores de riesgo son la ecografía abdominal, en la que se ve la grasa en el hígado, porque se trata de pacientes de riesgo, con sobrepeso, obesos, diabéticos, insulino-resistentes, que tienen problemas de dislipemia. Si se ven alteraciones en las enzimas hepáticas, se detectan mediante laboratorio y luego biopsia hepática para determinar si hay inflamación a nivel celular.
El tratamiento implica actuar sobre los factores de riesgo, bajar de peso y actuar sobre otros factores de riesgo. Sin embargo, se hace hincapié cuando se llega a un estadio de cirrosis hepática que puede descompensarse, tiene la indicación de llegar a un trasplante hepático, aunque hay pacientes que se pueden estabilizar y no requerirlo. Explicó que son prevenibles y tratables, y que preocupa la incidencia de obesidad en niños.
El trasplante
Sucede que cuando aparecen descompensación, ascitis que es líquido en el abdomen, encefalopatía que implica desorientación, ictericia que es coloración amarillenta de la piel, daño, significa que su cirrosis se descompensó la cirrosis. Cuando aparece deben ser derivados a un centro de transplante hepático y si está apto se lo pone en lista de espera.
En el país se usa donante cadavérico, porque el donante si lo hiciera podría sufrir daño, pero si se hace en el caso de niños donde se puede donar una parte del hígado. Los pacientes están en lista de trasplante por un puntaje Meld que si es superior a 20 deben vivir en Buenos Aires y si aparece donante Incucai llama y avisa que hay uno y se comienza el operativo.
Una vez trasplantado pueden llevar una vida normal, sólo evitar el exceso de sal si no tiene otra enfermedad como diabetes.
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En el último caso, de esteatosis hepática, explicó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) se declaró la epidemia de la obesidad infantil, donde el depósito de grasa también a los órganos, y uno es el hígado y produce la patología, y puede generar cirrosis hepática cuando hay inflamación celular. La Fundación "Sayani" relevó más de 800 casos y determinaron que la esteatosis hepática es una de las principales patologías, asociada a otras enfermedades que la desencadenan.
Se detecta con un método muy común, ya que los factores de riesgo son la ecografía abdominal, en la que se ve la grasa en el hígado, porque se trata de pacientes de riesgo, con sobrepeso, obesos, diabéticos, insulino-resistentes, que tienen problemas de dislipemia. Si se ven alteraciones en las enzimas hepáticas, se detectan mediante laboratorio y luego biopsia hepática para determinar si hay inflamación a nivel celular.
El tratamiento implica actuar sobre los factores de riesgo, bajar de peso y actuar sobre otros factores de riesgo. Sin embargo, se hace hincapié cuando se llega a un estadio de cirrosis hepática que puede descompensarse, tiene la indicación de llegar a un trasplante hepático, aunque hay pacientes que se pueden estabilizar y no requerirlo. Explicó que son prevenibles y tratables, y que preocupa la incidencia de obesidad en niños.
El trasplante
Sucede que cuando aparecen descompensación, ascitis que es líquido en el abdomen, encefalopatía que implica desorientación, ictericia que es coloración amarillenta de la piel, daño, significa que su cirrosis se descompensó la cirrosis. Cuando aparece deben ser derivados a un centro de transplante hepático y si está apto se lo pone en lista de espera.
En el país se usa donante cadavérico, porque el donante si lo hiciera podría sufrir daño, pero si se hace en el caso de niños donde se puede donar una parte del hígado. Los pacientes están en lista de trasplante por un puntaje Meld que si es superior a 20 deben vivir en Buenos Aires y si aparece donante Incucai llama y avisa que hay uno y se comienza el operativo.
Una vez trasplantado pueden llevar una vida normal, sólo evitar el exceso de sal si no tiene otra enfermedad como diabetes.
Se detecta con un método muy común, ya que los factores de riesgo son la ecografía abdominal, en la que se ve la grasa en el hígado, porque se trata de pacientes de riesgo, con sobrepeso, obesos, diabéticos, insulino-resistentes, que tienen problemas de dislipemia. Si se ven alteraciones en las enzimas hepáticas, se detectan mediante laboratorio y luego biopsia hepática para determinar si hay inflamación a nivel celular.
El tratamiento implica actuar sobre los factores de riesgo, bajar de peso y actuar sobre otros factores de riesgo. Sin embargo, se hace hincapié cuando se llega a un estadio de cirrosis hepática que puede descompensarse, tiene la indicación de llegar a un trasplante hepático, aunque hay pacientes que se pueden estabilizar y no requerirlo. Explicó que son prevenibles y tratables, y que preocupa la incidencia de obesidad en niños.
El trasplante
Sucede que cuando aparecen descompensación, ascitis que es líquido en el abdomen, encefalopatía que implica desorientación, ictericia que es coloración amarillenta de la piel, daño, significa que su cirrosis se descompensó la cirrosis. Cuando aparece deben ser derivados a un centro de transplante hepático y si está apto se lo pone en lista de espera.
En el país se usa donante cadavérico, porque el donante si lo hiciera podría sufrir daño, pero si se hace en el caso de niños donde se puede donar una parte del hígado. Los pacientes están en lista de trasplante por un puntaje Meld que si es superior a 20 deben vivir en Buenos Aires y si aparece donante Incucai llama y avisa que hay uno y se comienza el operativo.
Una vez trasplantado pueden llevar una vida normal, sólo evitar el exceso de sal si no tiene otra enfermedad como diabetes.
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