La presidenta suspendida
Dilma Rousseff afirmó que
Brasil no debe convertirse en un país de "odio e intolerancia", al condenar la violencia racista y xenófoba contra un estudiante haitiano en
Foz do Iguazú, en la frontera con Argentina y Paraguay.
"Presto mi solidaridad con el estudiante haitiano Getho Mondesir, cobardemente agredido en Foz do Iguazú. Llamado de mono, fue acusado de estar en brasil por causa de los gobiernos del Partido de los Trabajadores", dijo Rousseff en sus perfiles de las redes sociales.
La mandataria suspendida dijo que el estudiante agredido -que fue acogido en Brasil durante su Gobierno- "es una víctima más del racismo, la xenofobia y la intolerancia política".
"No podemos permitir que el país se convierta en un país de odio e intolerancia. Espero que se investigue y que los culpables sean sancionados", dijo Rousseff en alusión a un episodio callejero ocurrido el sábado.
El estudiante haitiano vive con su familia en Cascavel, interior del estado sureño de Paraná, y cursa el tercer año en el curso de Administración y Gestión Pública de la Universidad Federal de la Integración Latinoamericana (Unila), creada por el ex presidente Lula da Silva en 2010.
Esta fue la única declaración de la mandataria desde el discurso que dio al dejar el Palacio del Planalto, en el que denunció ser víctima de "un golpe parlamentario" para sacarla del poder mediante un juicio político por supuesta irresponsabilidad en el manejo del presupuesto de 2015.
Rousseff estuvo en Porto Alegre con su familia y llegó el lunes al Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial adonde vivirá mientras esté suspendida, a la espera de un juicio que deberá realizar el Senado para apartarla definitivamente o restituirla en el cargo de jefa de Estado.
La presidenta suspendida
Dilma Rousseff afirmó que
Brasil no debe convertirse en un país de "odio e intolerancia", al condenar la violencia racista y xenófoba contra un estudiante haitiano en
Foz do Iguazú, en la frontera con Argentina y Paraguay.
"Presto mi solidaridad con el estudiante haitiano Getho Mondesir, cobardemente agredido en Foz do Iguazú. Llamado de mono, fue acusado de estar en brasil por causa de los gobiernos del Partido de los Trabajadores", dijo Rousseff en sus perfiles de las redes sociales.
La mandataria suspendida dijo que el estudiante agredido -que fue acogido en Brasil durante su Gobierno- "es una víctima más del racismo, la xenofobia y la intolerancia política".
"No podemos permitir que el país se convierta en un país de odio e intolerancia. Espero que se investigue y que los culpables sean sancionados", dijo Rousseff en alusión a un episodio callejero ocurrido el sábado.
El estudiante haitiano vive con su familia en Cascavel, interior del estado sureño de Paraná, y cursa el tercer año en el curso de Administración y Gestión Pública de la Universidad Federal de la Integración Latinoamericana (Unila), creada por el ex presidente Lula da Silva en 2010.
Esta fue la única declaración de la mandataria desde el discurso que dio al dejar el Palacio del Planalto, en el que denunció ser víctima de "un golpe parlamentario" para sacarla del poder mediante un juicio político por supuesta irresponsabilidad en el manejo del presupuesto de 2015.
Rousseff estuvo en Porto Alegre con su familia y llegó el lunes al Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial adonde vivirá mientras esté suspendida, a la espera de un juicio que deberá realizar el Senado para apartarla definitivamente o restituirla en el cargo de jefa de Estado.