El Gobierno griego decidió ayer detener las devoluciones de
refugiados a
Turquía que había iniciado el lunes en el marco de un acuerdo entre la
Unión Europea (UE) y ese país, y anunció que este proceso recién se reanudará cuando, tras el aluvión de peticiones de asilo, logre redefinir los listados de inmigrantes a deportar.
Desde que comenzó ayer el proceso de deportaciones, las demandas de asilo crecieron exponencialmente, según informó la prensa local, que asegura que sólo en el puerto de la isla de Lesbos, donde hay alrededor de 3.150 refugiados en el centro de recepción de Moria, se registraron 2.800 solicitudes.
En la isla de Quíos, en tanto, donde hasta antes de iniciadas las deportaciones no había peticiones de asilo, hubo 540 en un solo día.
El portavoz de la coordinadora del Gobierno para la gestión de los refugiados, Yorgos Kyritsis, confirmó que la llegada de demandas de asilo de "último minuto" plantea "un problema práctico" ya que gente incluida "en las listas de deportación" pidió asilo, "y antes de devolverlos hay que aclarar su situación".
La semana pasada las autoridades griegas elaboraron un listado con 490 inmigrantes a deportar, de los cuales 202 fueron devueltos el lunes, señaló Kyritsis. Mientras esta situación con las demandas de asilo no se resuelva, se detendrán las deportaciones, insistió Kyritsis contradiciendo informaciones de la prensa local que aseguran que hoy se llevarán a cabo otras 200 devoluciones.
El lunes temprano, en cumplimiento del polémico acuerdo Ankara-Bruselas, zarparon 136 personas de Pakistán, Bangladesh y Marruecos desde Lesbos, mientras desde Quíos partió otro grupo de 66 personas.
En virtud del acuerdo, todos los llegados ilegalmente a la UE a partir del 20 de marzo, salvo los que requieran protección internacional, serán retornados al país bicontinental, que ahora la UE considera un destino seguro para los refugiados.
El Gobierno griego decidió ayer detener las devoluciones de
refugiados a
Turquía que había iniciado el lunes en el marco de un acuerdo entre la
Unión Europea (UE) y ese país, y anunció que este proceso recién se reanudará cuando, tras el aluvión de peticiones de asilo, logre redefinir los listados de inmigrantes a deportar.
Desde que comenzó ayer el proceso de deportaciones, las demandas de asilo crecieron exponencialmente, según informó la prensa local, que asegura que sólo en el puerto de la isla de Lesbos, donde hay alrededor de 3.150 refugiados en el centro de recepción de Moria, se registraron 2.800 solicitudes.
En la isla de Quíos, en tanto, donde hasta antes de iniciadas las deportaciones no había peticiones de asilo, hubo 540 en un solo día.
El portavoz de la coordinadora del Gobierno para la gestión de los refugiados, Yorgos Kyritsis, confirmó que la llegada de demandas de asilo de "último minuto" plantea "un problema práctico" ya que gente incluida "en las listas de deportación" pidió asilo, "y antes de devolverlos hay que aclarar su situación".
La semana pasada las autoridades griegas elaboraron un listado con 490 inmigrantes a deportar, de los cuales 202 fueron devueltos el lunes, señaló Kyritsis. Mientras esta situación con las demandas de asilo no se resuelva, se detendrán las deportaciones, insistió Kyritsis contradiciendo informaciones de la prensa local que aseguran que hoy se llevarán a cabo otras 200 devoluciones.
El lunes temprano, en cumplimiento del polémico acuerdo Ankara-Bruselas, zarparon 136 personas de Pakistán, Bangladesh y Marruecos desde Lesbos, mientras desde Quíos partió otro grupo de 66 personas.
En virtud del acuerdo, todos los llegados ilegalmente a la UE a partir del 20 de marzo, salvo los que requieran protección internacional, serán retornados al país bicontinental, que ahora la UE considera un destino seguro para los refugiados.