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28 de Junio,  Jujuy, Argentina
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El Gobierno negó que el Papa tenga prejuicio ideológico

Lunes, 29 de febrero de 2016 01:30
VATICANO / COMITIVA OFICIAL QUE VISITÓ AL PAPA FRANCISCO EL SÁBADO.
La canciller Susana Malcorra y el Jefe de Gabinete, Marcos Peña, rechazaron ayer las críticas por el escaso tiempo que duró el encuentro en Roma entre el papa Francisco y el presidente Mauricio Macri, y descartaron que el sumo pontífice tenga un "prejuicio ideológico" contra el líder del PRO.
La ministra de Relaciones Exteriores y Culto desestimó que el jefe de la Iglesia Católica tenga "un prejuicio ideológico" hacia el mandatario argentino, y aseguró que en el transcurso de la entrevista Macri y Francisco "dialogaron mucho del terrorismo, del narcotráfico, de la pobreza, de la inequidad y también hablaron mucho de la unidad de los argentinos".
"Lo que quedó claro es que el papa Francisco tiene interés de venir, pero dijo claramente que su agenda no se lo permitía este año", aseveró en declaraciones radiales.
En tanto, Peña indicó que Francisco "no es ni kirchnerista ni de Cambiemos" y que "no es más amigo de uno o de otro" (en referencia al kirchnerismo y al macrismo).
"El Papa no es un dirigente político argentino. Tenemos que entender eso. No es ni kirchnerista ni de Cambiemos. No es más amigo de uno o de otro. Es el Papa. Su misión excede ampliamente las divisiones de la política argentina", afirmó el funcionario en un mensaje que publicó en Facebook.
"Empezó una nueva etapa en la relación del gobierno argentino" con el Papa, afirmó Peña en su escrito, a la cual caracterizó como fruto "del consenso de la necesidad de una relación más institucional, menos politizada y de menos manoseo".
Las declaraciones de estos dos efuncionarios del gobierno nacional se producen en medio de las fuertes repercusiones que generó la reunión de Macri con Bergoglio, y que a diferencia de las audiencias con Cristina Kirchner en los años previos, no se apartó de lo protocolar.
Muchos analistas remarcaron la "frialdad" del Papa hacia Mauricio Macri, no solamente por la exigua duración de la entrevista, sino además por la interpretación del "lenguaje no verbal" de Francisco.
"Lo del Rosario fue una cosa mecánica"
El gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey, sostuvo ayer que “no” considera que el papa Francisco se inmiscuya “en la política doméstica” y dijo que no se debe “asignar significado político” al rosario que el pontífice envió a la dirigente jujeña detenida Milagro Sala.
“No lo veo al Papa metiéndose en la política doméstica”, dijo Urtubey en declaraciones a radio Mitre ayer, en abierta contraposición con las expresiones vertidas por la diputada oficialista Elisa Carrió.
“No creo que Bergoglio tenga que convertirse en una unidad básica en la Argentina. No creo que tenga que empoderar a violentos. Estoy hablando de Milagro Sala y de Moreno”, declaró Elisa Carrió a un matutino bonaerense.
El mandatario salteño, que participó del encuentro entre el presidente Mauricio Macri y Francisco en el Vaticano invitado por el Gobierno, señaló además que “no hay que asignar significado político al rosario del Papa a Milagro Sala”, al que evaluó como un gesto habitual del jefe de la iglesia católica.
“Lo del rosario fue una cosa mecánica, cuando Juan Pablo II fue a visitar a un terrorista que quiso matarlo le regaló un rosario”, comparó.
Seguidamente, el mandatario salteño manifestó que tiene “un entrañable amor por Jujuy y he sufrido como propio lo que le tocó vivir con Milagro Sala”.
“He tenido diferencias muy duras con este personaje. Hizo barbaridades esta mujer. Pero no corresponde asignarle un contenido político a que el Papa le haya enviado un rosario. Es una acción casi mecánica”, remarcó.
Para el gobernador salteño, “el Papa hizo una apelación a la unión de los argentinos. Y yo valoro del Gobierno que estemos poniendo énfasis en lo que nos une. Hoy la Argentina nos pide esto y es lo mismo que nos pidió el Papa”.

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La canciller Susana Malcorra y el Jefe de Gabinete, Marcos Peña, rechazaron ayer las críticas por el escaso tiempo que duró el encuentro en Roma entre el papa Francisco y el presidente Mauricio Macri, y descartaron que el sumo pontífice tenga un "prejuicio ideológico" contra el líder del PRO.
La ministra de Relaciones Exteriores y Culto desestimó que el jefe de la Iglesia Católica tenga "un prejuicio ideológico" hacia el mandatario argentino, y aseguró que en el transcurso de la entrevista Macri y Francisco "dialogaron mucho del terrorismo, del narcotráfico, de la pobreza, de la inequidad y también hablaron mucho de la unidad de los argentinos".
"Lo que quedó claro es que el papa Francisco tiene interés de venir, pero dijo claramente que su agenda no se lo permitía este año", aseveró en declaraciones radiales.
En tanto, Peña indicó que Francisco "no es ni kirchnerista ni de Cambiemos" y que "no es más amigo de uno o de otro" (en referencia al kirchnerismo y al macrismo).
"El Papa no es un dirigente político argentino. Tenemos que entender eso. No es ni kirchnerista ni de Cambiemos. No es más amigo de uno o de otro. Es el Papa. Su misión excede ampliamente las divisiones de la política argentina", afirmó el funcionario en un mensaje que publicó en Facebook.
"Empezó una nueva etapa en la relación del gobierno argentino" con el Papa, afirmó Peña en su escrito, a la cual caracterizó como fruto "del consenso de la necesidad de una relación más institucional, menos politizada y de menos manoseo".
Las declaraciones de estos dos efuncionarios del gobierno nacional se producen en medio de las fuertes repercusiones que generó la reunión de Macri con Bergoglio, y que a diferencia de las audiencias con Cristina Kirchner en los años previos, no se apartó de lo protocolar.
Muchos analistas remarcaron la "frialdad" del Papa hacia Mauricio Macri, no solamente por la exigua duración de la entrevista, sino además por la interpretación del "lenguaje no verbal" de Francisco.
"Lo del Rosario fue una cosa mecánica"
El gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey, sostuvo ayer que “no” considera que el papa Francisco se inmiscuya “en la política doméstica” y dijo que no se debe “asignar significado político” al rosario que el pontífice envió a la dirigente jujeña detenida Milagro Sala.
“No lo veo al Papa metiéndose en la política doméstica”, dijo Urtubey en declaraciones a radio Mitre ayer, en abierta contraposición con las expresiones vertidas por la diputada oficialista Elisa Carrió.
“No creo que Bergoglio tenga que convertirse en una unidad básica en la Argentina. No creo que tenga que empoderar a violentos. Estoy hablando de Milagro Sala y de Moreno”, declaró Elisa Carrió a un matutino bonaerense.
El mandatario salteño, que participó del encuentro entre el presidente Mauricio Macri y Francisco en el Vaticano invitado por el Gobierno, señaló además que “no hay que asignar significado político al rosario del Papa a Milagro Sala”, al que evaluó como un gesto habitual del jefe de la iglesia católica.
“Lo del rosario fue una cosa mecánica, cuando Juan Pablo II fue a visitar a un terrorista que quiso matarlo le regaló un rosario”, comparó.
Seguidamente, el mandatario salteño manifestó que tiene “un entrañable amor por Jujuy y he sufrido como propio lo que le tocó vivir con Milagro Sala”.
“He tenido diferencias muy duras con este personaje. Hizo barbaridades esta mujer. Pero no corresponde asignarle un contenido político a que el Papa le haya enviado un rosario. Es una acción casi mecánica”, remarcó.
Para el gobernador salteño, “el Papa hizo una apelación a la unión de los argentinos. Y yo valoro del Gobierno que estemos poniendo énfasis en lo que nos une. Hoy la Argentina nos pide esto y es lo mismo que nos pidió el Papa”.

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