Un hombre y su mujer, ambos policías, fueron asesinados por al menos tres
delincuentes que les robaron el auto cuando llegaban a su casa de la localidad bonaerense de Gregorio de Laferrere, partido de
La Matanza.
Fuentes policiales aseguraron que por el hecho fue apresado un joven (19), quien tenía un pedido de captura anterior por el asesinato de un sargento de la Policía Federal, el 9 de agosto pasado en Isidro Casanova.
El episodio ocurrió este martes cerca de las 21.30, cuando el oficial ayudante de la policía bonaerense Sergio Fernández (29) y su mujer, la sargento Betiana Bringa (30), llegaban a su casa ubicada en el cruce de Silvino Olivieri y Olegario Víctor Andrade a bordo de su auto Peugeot 206.
Ambos policías, vestidos de civil, regresaban de prestar servicio en el
Comando de Prevención Comunitaria (CPC) Sur de La Matanza y tenían un hijo en común de 4 años.
Debido a que no se encontraron rastros de sangre, se cree que ninguno de los asesinos resultó herido en el tiroteo.
Cuando Fernández guardaba el auto en el garaje, y mientras su mujer entraba a la vivienda, se aproximaron al menos tres ladrones con intenciones de robarle el auto.
Según dijeron los voceros, el efectivo se identificó como policía y extrajo su arma reglamentaria, por lo que se inició un tiroteo durante el cual recibió disparos en el tórax, en el abdomen y en el antebrazo derecho.
Al escuchar las detonaciones, su esposa salió de la vivienda y también intercambió tiros con los delincuentes, hasta que uno de ellos logró impactarla en el abdomen, con orificio de entrada y salida.
Con la pareja de policías heridos en el suelo, los ladrones subieron a su vehículo y se alejaron del lugar a toda velocidad, sin sustraer ningún otro elemento.
Momentos más tarde llegaron al lugar efectivos de la comisaría 3ra. de Rafael Castillo, quienes al ver lo apremiante del estado de sus colegas prefirieron no esperar la ambulancia, los cargaron en el patrullero y los trasladaron hasta el sanatorio Figueroa Paredes, en Isidro Casanova.
Allí fueron llevados con rapidez al quirófano, aunque por la gravedad de sus heridas finalmente fallecieron: Bringa alrededor de las 2 y Fernández a las 4.30.
En tanto, efectivos de Gendarmería Nacional Argentina (GNA) que colaboraban en el rastrillaje en busca de los delincuentes, ubicaron el auto robado en la esquina de Gaboto y Pekín, en el barrio San Alberto de Isidro Casanova, y en inmediaciones de un asentamiento conocido como Villa San Petersburgo.
Al notar la presencia de las autoridades, los sospechosos bajaron del vehículo y comenzaron a correr para internarse en los pasillos de la villa, aunque los gendarmes consiguieron atrapar a uno de ellos.
Se trata de un joven llamado Ezequiel Yoel "Tate" Miranda (19), quien ya contaba con una orden de detención anterior, acusado de participar del homicidio del sargento de la PFA Luis Rodríguez (39).
De acuerdo con el relato de los informantes, el crimen de Rodríguez se produjo alrededor de la 1.30 del pasado 9 de agosto, cuando estaba en su auto con su novia en La Haya al 3200, de Isidro Casanova, y fue baleado por tres ladrones que los abordaron con intenciones de robo.
En la causa intervino el fiscal de turno del Departamento Judicial La Matanza, Fernando Quiroga, aunque luego del fallecimiento de la pareja de policías pasó a manos de la Unidad Funcional de Instrucción.
Personal de la Policía Científica ya realizó peritajes sobre el 206 de las víctimas y halló un orificio de afuera hacia adentro y un plomo calibre 9 milímetros, probablemente disparado por alguno de los dos efectivos asesinados, y levantó nueve impresiones de huellas dactilares que podrían ser útiles para identificar a los prófugos.
Un hombre y su mujer, ambos policías, fueron asesinados por al menos tres
delincuentes que les robaron el auto cuando llegaban a su casa de la localidad bonaerense de Gregorio de Laferrere, partido de
La Matanza.
Fuentes policiales aseguraron que por el hecho fue apresado un joven (19), quien tenía un pedido de captura anterior por el asesinato de un sargento de la Policía Federal, el 9 de agosto pasado en Isidro Casanova.
El episodio ocurrió este martes cerca de las 21.30, cuando el oficial ayudante de la policía bonaerense Sergio Fernández (29) y su mujer, la sargento Betiana Bringa (30), llegaban a su casa ubicada en el cruce de Silvino Olivieri y Olegario Víctor Andrade a bordo de su auto Peugeot 206.
Ambos policías, vestidos de civil, regresaban de prestar servicio en el
Comando de Prevención Comunitaria (CPC) Sur de La Matanza y tenían un hijo en común de 4 años.
Debido a que no se encontraron rastros de sangre, se cree que ninguno de los asesinos resultó herido en el tiroteo.
Cuando Fernández guardaba el auto en el garaje, y mientras su mujer entraba a la vivienda, se aproximaron al menos tres ladrones con intenciones de robarle el auto.
Según dijeron los voceros, el efectivo se identificó como policía y extrajo su arma reglamentaria, por lo que se inició un tiroteo durante el cual recibió disparos en el tórax, en el abdomen y en el antebrazo derecho.
Al escuchar las detonaciones, su esposa salió de la vivienda y también intercambió tiros con los delincuentes, hasta que uno de ellos logró impactarla en el abdomen, con orificio de entrada y salida.
Con la pareja de policías heridos en el suelo, los ladrones subieron a su vehículo y se alejaron del lugar a toda velocidad, sin sustraer ningún otro elemento.
Momentos más tarde llegaron al lugar efectivos de la comisaría 3ra. de Rafael Castillo, quienes al ver lo apremiante del estado de sus colegas prefirieron no esperar la ambulancia, los cargaron en el patrullero y los trasladaron hasta el sanatorio Figueroa Paredes, en Isidro Casanova.
Allí fueron llevados con rapidez al quirófano, aunque por la gravedad de sus heridas finalmente fallecieron: Bringa alrededor de las 2 y Fernández a las 4.30.
En tanto, efectivos de Gendarmería Nacional Argentina (GNA) que colaboraban en el rastrillaje en busca de los delincuentes, ubicaron el auto robado en la esquina de Gaboto y Pekín, en el barrio San Alberto de Isidro Casanova, y en inmediaciones de un asentamiento conocido como Villa San Petersburgo.
Al notar la presencia de las autoridades, los sospechosos bajaron del vehículo y comenzaron a correr para internarse en los pasillos de la villa, aunque los gendarmes consiguieron atrapar a uno de ellos.
Se trata de un joven llamado Ezequiel Yoel "Tate" Miranda (19), quien ya contaba con una orden de detención anterior, acusado de participar del homicidio del sargento de la PFA Luis Rodríguez (39).
De acuerdo con el relato de los informantes, el crimen de Rodríguez se produjo alrededor de la 1.30 del pasado 9 de agosto, cuando estaba en su auto con su novia en La Haya al 3200, de Isidro Casanova, y fue baleado por tres ladrones que los abordaron con intenciones de robo.
En la causa intervino el fiscal de turno del Departamento Judicial La Matanza, Fernando Quiroga, aunque luego del fallecimiento de la pareja de policías pasó a manos de la Unidad Funcional de Instrucción.
Personal de la Policía Científica ya realizó peritajes sobre el 206 de las víctimas y halló un orificio de afuera hacia adentro y un plomo calibre 9 milímetros, probablemente disparado por alguno de los dos efectivos asesinados, y levantó nueve impresiones de huellas dactilares que podrían ser útiles para identificar a los prófugos.