Poco después, en el Á
ngelus, el Papa rogó por la paz de Colombia e hizo un llamado a evitar "otro fracaso" en la reconciliación de ese país que sufre un
conflicto armado de más de medio siglo.
"En este momento me siento en el deber de dirigir mi pensamiento a la querida tierra de Colombia, consciente de la importancia crucial del momento presente, en el que, con esfuerzo renovado y movidos por la esperanza, sus hijos están buscando construir una sociedad en paz", dijo Francisco en alusión a los diálogos del Gobierno de ese país y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
Desde 2012, el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las Farc llevan adelante las conversaciones en La Habana, en el cuarto intento que realizan por negociar la paz en los últimos 30 años.
La visita de
Francisco a Cuba es la primera etapa de una histórica gira que llevará también al sumo pontífice a Estados Unidos, a partir del próximo martes.
El Papa argentino es reconocido por haber mediado secretamente en el restablecimiento de las relaciones entre los dos enemigos de la Guerra Fría. Sin embargo, en la misa no hizo alusiones políticas, ni al embargo de Estados Unidos sobre la isla, ni a la disidencia o el exilio.
En cambio, el cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana, intervino para pedir que el acercamiento entre Estados Unidos y Cuba beneficie a sus pueblos.
"Que este proceso de renovación en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, que Su Santidad tanto ha favorecido y que tanto agradece nuestro pueblo, se extienda no sólo a los altos niveles políticos, sino que alcance a los pueblos y muy especialmente a nuestro pueblo cubano que vive aquí y en Estados Unidos", dijo Ortega.
Los cubanos cifran sus esperanzas en que con esta gira el Papa ayude a un mayor acercamiento con los muchos emigrados o exiliados en Estados Unidos.
"Lo que queremos con este Papa es que mejoren las relaciones (con Estados Unidos), queremos paz, armonía y unidad de todos los cubanos", dijo.
La Plaza de la Revolución fue el espacio en el que también oficiaron misa los papas Juan Pablo II en el año 1998 y Benedicto XVI en 2012, entre un gran monumento en honor al héroe nacional José Martí y un retrato gigante de Ernesto "Che" Guevara.
Por último, en horas de la noche, después de la ceremonia en la Catedral, Francisco tuvo un encuentro con jóvenes cubanos. Ocasión que tuvo para mostrar su espontaneidad en un diálogo improvisado, donde dio coraje a una juventud en dificultades en una isla en plena transición económica.
Poco después, en el Á
ngelus, el Papa rogó por la paz de Colombia e hizo un llamado a evitar "otro fracaso" en la reconciliación de ese país que sufre un
conflicto armado de más de medio siglo.
"En este momento me siento en el deber de dirigir mi pensamiento a la querida tierra de Colombia, consciente de la importancia crucial del momento presente, en el que, con esfuerzo renovado y movidos por la esperanza, sus hijos están buscando construir una sociedad en paz", dijo Francisco en alusión a los diálogos del Gobierno de ese país y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
Desde 2012, el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las Farc llevan adelante las conversaciones en La Habana, en el cuarto intento que realizan por negociar la paz en los últimos 30 años.
La visita de
Francisco a Cuba es la primera etapa de una histórica gira que llevará también al sumo pontífice a Estados Unidos, a partir del próximo martes.
El Papa argentino es reconocido por haber mediado secretamente en el restablecimiento de las relaciones entre los dos enemigos de la Guerra Fría. Sin embargo, en la misa no hizo alusiones políticas, ni al embargo de Estados Unidos sobre la isla, ni a la disidencia o el exilio.
En cambio, el cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana, intervino para pedir que el acercamiento entre Estados Unidos y Cuba beneficie a sus pueblos.
"Que este proceso de renovación en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, que Su Santidad tanto ha favorecido y que tanto agradece nuestro pueblo, se extienda no sólo a los altos niveles políticos, sino que alcance a los pueblos y muy especialmente a nuestro pueblo cubano que vive aquí y en Estados Unidos", dijo Ortega.
Los cubanos cifran sus esperanzas en que con esta gira el Papa ayude a un mayor acercamiento con los muchos emigrados o exiliados en Estados Unidos.
"Lo que queremos con este Papa es que mejoren las relaciones (con Estados Unidos), queremos paz, armonía y unidad de todos los cubanos", dijo.
La Plaza de la Revolución fue el espacio en el que también oficiaron misa los papas Juan Pablo II en el año 1998 y Benedicto XVI en 2012, entre un gran monumento en honor al héroe nacional José Martí y un retrato gigante de Ernesto "Che" Guevara.
Por último, en horas de la noche, después de la ceremonia en la Catedral, Francisco tuvo un encuentro con jóvenes cubanos. Ocasión que tuvo para mostrar su espontaneidad en un diálogo improvisado, donde dio coraje a una juventud en dificultades en una isla en plena transición económica.