San Lorenzo perdió ayer ante
Huracán por 1 a 0, en el estadio "Tomás Adolfo Ducó", en uno de los clásicos de la 24º fecha, y si esta tarde Boca Juniors le gana a River Plate, en Núñez, dejará de ser el líder del torneo de fútbol de
Primera División.
Los primeros 45 minutos fueron entretenidos, ya que los dos equipos, más allá de los distintos dibujos tácticos, buscaron sistemáticamente el arco rival.
Huracán, con un 4-2-2-2, asumió el protagonismo desde el comienzo, impuso su juego con el doble enganche conformado por Daniel Montenegro y Toranzo, desniveló con Cristian Espinoza por la derecha (superó en el duelo a Emmanuel Mas) y gravitó con Ramón Ábila en el área.
De hecho, a los 22 minutos, Ábila de tijera estrelló un remate en el travesaño, tras un centro desde la derecha de Espinoza.
No obstante, San Lorenzo, con un 4-4-2 flexible, se paró para jugar de contraataque (lo que más se ajusta a su juego), atacó por las bandas con Héctor Villalba por la derecha y Sebastián Blanco por la izquierda, pero le costó dejar mano a mano a sus dos centrodelanteros, Mauro Matos y Martín Cauteruccio.
Es más, a los 27 minutos, Villalba reventó el travesaño, después de una precisa habilitación de Blanco por la izquierda.
En el final del período inicial el equipo local sufrió la baja de Ábila por una lesión en la rodilla derecha y con el ingreso de Iván Borghello perdió peso ofensivo.
De hecho en el segundo tiempo Huracán mantuvo su vocación ofensiva, manejó la pelota, pero no generó nada en ataque, hasta que a los 26 minutos Toranzo (con cierta complicidad de Sebastián Torrico) clavó un golazo de tiro libre.
El 1 a 0 premió la actitud del elenco de Eduardo Domínguez y, a la vez, castigó la mezquindad del conjunto de Edgardo Bauza, que cinco minutos más tarde se quedó con diez jugadores por la correcta expulsión de Buffarini. Y 180 segundos también la vio la roja Caruzzo. Igualmente, a los 37 minutos, Matos tuvo el empate, pero falló.
Huracán, a los 40 minutos, casi liquida el partido con un exquisito tiro libre de Mauro Bogado que se estrelló en el travesaño y en el rebote se lo perdió el ingresado Distéfano.
El final mostró a un "ciclón" de Boedo desdibujado, no solo por la pobreza de su juego sino también por la violencia de sus jugadores, algo que esta vez fue penado por el árbitro rosarino Sergio Pezzotta, de muy buen trabajo.
Ahora San Lorenzo, pese a esta dura caída, deberá concentrarse en el partido por los cuartos de final de la Copa Argentina contra Racing el jueves a las 20:10.
San Lorenzo perdió ayer ante
Huracán por 1 a 0, en el estadio "Tomás Adolfo Ducó", en uno de los clásicos de la 24º fecha, y si esta tarde Boca Juniors le gana a River Plate, en Núñez, dejará de ser el líder del torneo de fútbol de
Primera División.
Los primeros 45 minutos fueron entretenidos, ya que los dos equipos, más allá de los distintos dibujos tácticos, buscaron sistemáticamente el arco rival.
Huracán, con un 4-2-2-2, asumió el protagonismo desde el comienzo, impuso su juego con el doble enganche conformado por Daniel Montenegro y Toranzo, desniveló con Cristian Espinoza por la derecha (superó en el duelo a Emmanuel Mas) y gravitó con Ramón Ábila en el área.
De hecho, a los 22 minutos, Ábila de tijera estrelló un remate en el travesaño, tras un centro desde la derecha de Espinoza.
No obstante, San Lorenzo, con un 4-4-2 flexible, se paró para jugar de contraataque (lo que más se ajusta a su juego), atacó por las bandas con Héctor Villalba por la derecha y Sebastián Blanco por la izquierda, pero le costó dejar mano a mano a sus dos centrodelanteros, Mauro Matos y Martín Cauteruccio.
Es más, a los 27 minutos, Villalba reventó el travesaño, después de una precisa habilitación de Blanco por la izquierda.
En el final del período inicial el equipo local sufrió la baja de Ábila por una lesión en la rodilla derecha y con el ingreso de Iván Borghello perdió peso ofensivo.
De hecho en el segundo tiempo Huracán mantuvo su vocación ofensiva, manejó la pelota, pero no generó nada en ataque, hasta que a los 26 minutos Toranzo (con cierta complicidad de Sebastián Torrico) clavó un golazo de tiro libre.
El 1 a 0 premió la actitud del elenco de Eduardo Domínguez y, a la vez, castigó la mezquindad del conjunto de Edgardo Bauza, que cinco minutos más tarde se quedó con diez jugadores por la correcta expulsión de Buffarini. Y 180 segundos también la vio la roja Caruzzo. Igualmente, a los 37 minutos, Matos tuvo el empate, pero falló.
Huracán, a los 40 minutos, casi liquida el partido con un exquisito tiro libre de Mauro Bogado que se estrelló en el travesaño y en el rebote se lo perdió el ingresado Distéfano.
El final mostró a un "ciclón" de Boedo desdibujado, no solo por la pobreza de su juego sino también por la violencia de sus jugadores, algo que esta vez fue penado por el árbitro rosarino Sergio Pezzotta, de muy buen trabajo.
Ahora San Lorenzo, pese a esta dura caída, deberá concentrarse en el partido por los cuartos de final de la Copa Argentina contra Racing el jueves a las 20:10.