El grupo islamista radical
Estado Islámico (EI) destruyó anoche el monasterio
Mar Elian, en la ciudad siria de
Al Quariatain, en la provincia central de Homs, y trasladó a más de un centenar de prisioneros -la mayoría de ellos cristianos- a la localidad de Raqqa, su principal bastión en el país árabe.
El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, grupo con sede en Londres y una red de informantes en Siria, precisó que los yihadistas utilizaron excavadoras para destruir el monasterio ubicado en la ciudad, que cayó en manos de los radicales a principios de agosto.
El Observatorio señaló también que el EI trasladó a 110 rehenes, entre ellos decenas de cristianos, que seguía manteniendo secuestrados en Al Quariatain desde principios de mes, a la localidad de Al Tabaqa, en la provincia del Al Raqqa, principal feudo de los yihadistas en Siria.
La irrupción del EI y sus triunfos militares en Siria e Irak desdibujaron la integridad territorial de estas naciones.
Al tomar Al Quriatain, el EI secuestró a 230 ciudadanos, entre ellos decenas de cristianos, 45 mujeres y 19 niños, además de once familias y sólo puso en libertad a 48, según el Observatorio.
El EI justificó la destrucción de Mar Elian diciendo que "el monasterio no adora a Dios", informó el Observatorio, citado por la agencia de noticias EFE.
Dará a los ciudadanos cristianos secuestrados las opciones de "convertirse al islam o pagar con la yizia (un impuesto para los no musulmanes)", añadió la ONG.
Mientras tanto, el destino de otros 70 de los 180 que siguen secuestrados se desconoce.
El EI arrebató el pasado 6 de agosto a las fuerzas gubernamentales el control de esta ciudad estratégica, ubicada junto a la carretera que une la parte oriental de Homs con el este de la región de Al Qalamún, en la periferia de Damasco.
Los yihadistas avanzaron en mayo pasado por el este de Homs, donde tomaron varias poblaciones, como la monumental Palmira, cuyas ruinas están incluidas en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Esta semana, los extremistas decapitaron en una plaza pública de Palmira al ex responsable de las antigüedades de la ciudad, Jaled Asaad, uno de los arqueólogos más respetados de
Siria y toda una eminencia mundial.
Siria es desde hace más de cuatro años escenario de un conflicto que causó más de 250.000 fallecidos, según la ONU. El conflicto en ese país, nacido al calor de la llamada "Primavera Árabe", se agravó con la irrupción de EI en esos territorios.
El grupo islamista radical
Estado Islámico (EI) destruyó anoche el monasterio
Mar Elian, en la ciudad siria de
Al Quariatain, en la provincia central de Homs, y trasladó a más de un centenar de prisioneros -la mayoría de ellos cristianos- a la localidad de Raqqa, su principal bastión en el país árabe.
El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, grupo con sede en Londres y una red de informantes en Siria, precisó que los yihadistas utilizaron excavadoras para destruir el monasterio ubicado en la ciudad, que cayó en manos de los radicales a principios de agosto.
El Observatorio señaló también que el EI trasladó a 110 rehenes, entre ellos decenas de cristianos, que seguía manteniendo secuestrados en Al Quariatain desde principios de mes, a la localidad de Al Tabaqa, en la provincia del Al Raqqa, principal feudo de los yihadistas en Siria.
La irrupción del EI y sus triunfos militares en Siria e Irak desdibujaron la integridad territorial de estas naciones.
Al tomar Al Quriatain, el EI secuestró a 230 ciudadanos, entre ellos decenas de cristianos, 45 mujeres y 19 niños, además de once familias y sólo puso en libertad a 48, según el Observatorio.
El EI justificó la destrucción de Mar Elian diciendo que "el monasterio no adora a Dios", informó el Observatorio, citado por la agencia de noticias EFE.
Dará a los ciudadanos cristianos secuestrados las opciones de "convertirse al islam o pagar con la yizia (un impuesto para los no musulmanes)", añadió la ONG.
Mientras tanto, el destino de otros 70 de los 180 que siguen secuestrados se desconoce.
El EI arrebató el pasado 6 de agosto a las fuerzas gubernamentales el control de esta ciudad estratégica, ubicada junto a la carretera que une la parte oriental de Homs con el este de la región de Al Qalamún, en la periferia de Damasco.
Los yihadistas avanzaron en mayo pasado por el este de Homs, donde tomaron varias poblaciones, como la monumental Palmira, cuyas ruinas están incluidas en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Esta semana, los extremistas decapitaron en una plaza pública de Palmira al ex responsable de las antigüedades de la ciudad, Jaled Asaad, uno de los arqueólogos más respetados de
Siria y toda una eminencia mundial.
Siria es desde hace más de cuatro años escenario de un conflicto que causó más de 250.000 fallecidos, según la ONU. El conflicto en ese país, nacido al calor de la llamada "Primavera Árabe", se agravó con la irrupción de EI en esos territorios.