Los líderes de la eurozona iniciaron ayer una cumbre extraordinaria a la espera de que el primer ministro griego,
Alexis Tsipras, presente una propuesta de reformas económicas, tras el triunfo del "no" en el referéndum en
Grecia sobre los ajustes que la eurozona reclama a cambio de ayuda financiera para el país.
A llegar a Bruselas para el encuentro, la canciller alemana, Angela Merkel, principal impulsora del ajuste neoliberal en Europa, afirmó que "no hay un camino posible" de salida de la crisis griega, sin que el gobierno de Tsipras realice las reformas y ajustes que necesita.
"No estamos hablando de semanas, sino de unos pocos días", dijo la canciller alemana, que también subrayó que "tras el fin del segundo programa de rescate (el 30 de junio) y el más que claro "no' del referéndum, aún no hemos retomado las negociaciones", añadió.
En la misma línea se manifestó el primer ministro de Holanda, Mark Rutte, otro de los férreos críticos de las intenciones de Tsipras de poner fin con cinco años de ajustes impuestos por los
acreedores que han sumido a Grecia en la pobreza y a su economía en recesión, y dispararon el desempleo hasta el 26%.
"Atenas debe presentar propuestas ambiciosas para hacer frente a los problemas del país, ya que de lo contrario la negociación se acabará pronto", resumió Rutte, minutos antes del inicio de la reunión.
El primer ministro de Holanda aseguró que el destino de Grecia está en el euro, pero recalcó que "el tiempo se está acabando".
En línea similar se pronunció el primer ministro de Bélgica, Charles Michel, quien subrayó que "el primer deber del gobierno de Tsipras es hacer propuestas precisas, concretas, convincentes, que permitan a Grecia mantenerse en la zona del euro. Vamos a escuchar con atención lo que tiene para decirnos". "Hay en cualquier caso una urgencia extrema", recalcó Michel, que también mostró su deseo de que el Gobierno griego "tome en cuenta" la situación de su pueblo y de la economía europea.
La cumbre comenzó después de la reunión de los ministros de Economía y Finanzas de la zona del euro, que terminó sin que el representante griego, Euclidis Tsakalotos, presentase las propuestas que Atenas se comprometió el lunes a llevar a la mesa de negociaciones.
Antes del inicio de la cumbre, Merkel, Tsipras, el presidente francés, François Hollande, y el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, celebraron un encuentro a cuatro bandas, pero no hicieron declaraciones a su término.
Los líderes de la eurozona iniciaron ayer una cumbre extraordinaria a la espera de que el primer ministro griego,
Alexis Tsipras, presente una propuesta de reformas económicas, tras el triunfo del "no" en el referéndum en
Grecia sobre los ajustes que la eurozona reclama a cambio de ayuda financiera para el país.
A llegar a Bruselas para el encuentro, la canciller alemana, Angela Merkel, principal impulsora del ajuste neoliberal en Europa, afirmó que "no hay un camino posible" de salida de la crisis griega, sin que el gobierno de Tsipras realice las reformas y ajustes que necesita.
"No estamos hablando de semanas, sino de unos pocos días", dijo la canciller alemana, que también subrayó que "tras el fin del segundo programa de rescate (el 30 de junio) y el más que claro "no' del referéndum, aún no hemos retomado las negociaciones", añadió.
En la misma línea se manifestó el primer ministro de Holanda, Mark Rutte, otro de los férreos críticos de las intenciones de Tsipras de poner fin con cinco años de ajustes impuestos por los
acreedores que han sumido a Grecia en la pobreza y a su economía en recesión, y dispararon el desempleo hasta el 26%.
"Atenas debe presentar propuestas ambiciosas para hacer frente a los problemas del país, ya que de lo contrario la negociación se acabará pronto", resumió Rutte, minutos antes del inicio de la reunión.
El primer ministro de Holanda aseguró que el destino de Grecia está en el euro, pero recalcó que "el tiempo se está acabando".
En línea similar se pronunció el primer ministro de Bélgica, Charles Michel, quien subrayó que "el primer deber del gobierno de Tsipras es hacer propuestas precisas, concretas, convincentes, que permitan a Grecia mantenerse en la zona del euro. Vamos a escuchar con atención lo que tiene para decirnos". "Hay en cualquier caso una urgencia extrema", recalcó Michel, que también mostró su deseo de que el Gobierno griego "tome en cuenta" la situación de su pueblo y de la economía europea.
La cumbre comenzó después de la reunión de los ministros de Economía y Finanzas de la zona del euro, que terminó sin que el representante griego, Euclidis Tsakalotos, presentase las propuestas que Atenas se comprometió el lunes a llevar a la mesa de negociaciones.
Antes del inicio de la cumbre, Merkel, Tsipras, el presidente francés, François Hollande, y el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, celebraron un encuentro a cuatro bandas, pero no hicieron declaraciones a su término.