Para este fondo especulativo, todos los que intervinieron directa o indirectamente en la colocación y comercialización del Bonar 24 son cómplices del desacato argentino, incluyendo a los compradores del título en abril pasado.
Griesa autorizó el viernes último a NML Capital, de Paul Singer, a aportar pruebas para probar que los bonos Bonar 24 son deuda externa y podrían ser embargables, en el contexto del conflicto judicial por el pasivo en default de la Argentina.
Ese concepto es rechazado por el Gobierno de
Cristina Kirchner, que argumenta que la emisión del Bonar 24, colocada en abril, se realizó en el mercado local y bajo legislación argentina, por lo que no es embargable por la Justicia extranjera.
Aurelius consideró que los bonos emitidos bajo legislación argentina pero en moneda extranjera son pasibles de ser embargados por Griesa.
Para este fondo especulativo, todos los que intervinieron directa o indirectamente en la colocación y comercialización del Bonar 24 son cómplices del desacato argentino, incluyendo a los compradores del título en abril pasado.
Griesa autorizó el viernes último a NML Capital, de Paul Singer, a aportar pruebas para probar que los bonos Bonar 24 son deuda externa y podrían ser embargables, en el contexto del conflicto judicial por el pasivo en default de la Argentina.
Ese concepto es rechazado por el Gobierno de
Cristina Kirchner, que argumenta que la emisión del Bonar 24, colocada en abril, se realizó en el mercado local y bajo legislación argentina, por lo que no es embargable por la Justicia extranjera.
Aurelius consideró que los bonos emitidos bajo legislación argentina pero en moneda extranjera son pasibles de ser embargados por Griesa.