El presidente de
Venezuela,
Nicolás Maduro, volvió a rechazar ayer el decreto del Gobierno de
Estados Unidos que promovió sanciones contra funcionarios bolivarianos y declaró al país como una amenaza inusual y extraordinaria contra su seguridad interna por lo que Maduro invitó a
Obama, presente en el recinto, a "conversar", porque de lo contrario entenderá que el jefe demócrata trata con "desprecio" a Venezuela. En ese sentido, le reclamó que EEUU "reconozca la soberanía de Venezuela, derogue el decreto y tome las medidas legales que correspondan para detener la maquinaria de conspiración contra Venezuela que se implementan desde Miami, Florida y
Nueva York". "Tenemos videos de los planes para matarme y dar un golpe de Estado que se encontraron en la embajada de EEUU en Venezuela; esto es inconcebible, presidente Obama", enfatizó, y reiteró que su gobierno "quiere la paz y quiere conversar". Entre otras cosas, Maduro dijo que llevó a la cita continental "más de 11 millones de firmas" de venezolanos y ciudadanos de otros países de la región que rechazan dicho decreto, y que esa posición fue compartida por la Unasur y la Celac. Finalmente, aclaró que los venezolanos "no somos antiestadounidenses, sino antiimperialistas".