En los 108 años de La Quiaca, surgieron grandes instituciones en el plano deportivo, como el Club General Lavalle, conocido en la jerga futbolística quiaqueña como los "triperos", porque en sus inicios integraban el plantel hombres pertenecientes a las distintas carnicerías del mercado central.
Su historia se remonta hace 85 años atrás cuando un 5 de marzo de 1930, en la casa de Bernardino Farfán apodado "Bombolorio" fue sede provisoria y allí se tomaron las decisiones que a futuro darían el nacimiento definitivo al club.
Antes del actual nombre primeramente se llamó Lavalle Football Club, con los años el color naranja y amarillo se fue identificando con la barriada ubicada sobre el sector este de la ciudad fronteriza. Grandes sectores barriales como Los Chispas, Salta e Yrigoyen son fervientes hinchas del club "tripero".
El cuadro que nació con toda la humildad en la esquina de la casa Bach, de esta ciudad. Desde entonces fue creciendo vertiginosamente, por sus filas pasaron grandes valores del futbol quiaqueño, como toda institución tuvo un momento apremiante. Luego en un local de avenida La Madrid y Catamarca propiedad del entonces presidente Arturo Cardozo, lugar sin piso, solo una parte del techo, tablones y alumbrados por una lámpara a kerosene.
Otra generación de jóvenes jugadores y dirigentes se lanzaron a una nueva aventura, tener la sede social propia.
Hasta entonces ningún club la tenía, así en el año 1952 a veinte de su fundación, se inauguraba la tan ansiada sede. Con los años vinieron otras épocas que al ritmo del país marcaron una nueva historia en el club, actualmente tiene otro espacio físico ubicado sobre calle Rivadavia donde aún conserva el aire místico de sus primeros fundadores.
Los logros
En sus 85 años de vida, es uno de los denominados equipos grandes del balompié puneño, máximo animador del certamen organizado por la Liga Puneña de Fútbol. Los logros fueron varios también algunos fracasos. La "década dorada" tuvo su auge en los años 90, cuando el club obtuvo varios logros a nivel local, provincial e internacional.
También cabe mencionar su primera participación en el ex Torneo del Interior 2011, algo que quedará escrito en las páginas gloriosas de esa institución. Hablar de Lavalle es sinónimo de pasión y fanatismo por los colores naranja y amarillo actualmente es quien lleva mayor cantidad de simpatizantes cuando debe enfrentar algún compromiso.
Presente
Ante El Tribuno de Jujuy, Rómulo Herrera presidente del club se refirió al presente de su institución "quiero felicitar a toda la familia de Lavalle que siempre nos acompaña, especialmente aquellos hombres y mujeres que respaldan esta gestión". Al tiempo que añadió: "Tenemos una rica historia, estamos obligados a ser protagonistas siempre. A veces eso se hace difícil por las grandes erogaciones, que demanda tener un equipo competitivo". El objetivo desde la comisión es volver al certamen nacional, que será difícil pero no imposible. Lavalle depende de sí mismo para representar al fútbol de la Puna jujeña. Habrá que esperar hasta septiembre cuando concluya el torneo Anual 2015, que promete ser atrapante hasta el final. Con relación al aspecto social añadió": Concluímos la remodelación de una parte de la sede social, continuaremos estos trabajos hasta contar con un espacio destinado a la comunidad quiaqueña" .
Para festejar el acontecimiento, se reunieron en el Cear donde compartieron juegos y un asado de camadería.
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En los 108 años de La Quiaca, surgieron grandes instituciones en el plano deportivo, como el Club General Lavalle, conocido en la jerga futbolística quiaqueña como los "triperos", porque en sus inicios integraban el plantel hombres pertenecientes a las distintas carnicerías del mercado central.
Su historia se remonta hace 85 años atrás cuando un 5 de marzo de 1930, en la casa de Bernardino Farfán apodado "Bombolorio" fue sede provisoria y allí se tomaron las decisiones que a futuro darían el nacimiento definitivo al club.
Antes del actual nombre primeramente se llamó Lavalle Football Club, con los años el color naranja y amarillo se fue identificando con la barriada ubicada sobre el sector este de la ciudad fronteriza. Grandes sectores barriales como Los Chispas, Salta e Yrigoyen son fervientes hinchas del club "tripero".
El cuadro que nació con toda la humildad en la esquina de la casa Bach, de esta ciudad. Desde entonces fue creciendo vertiginosamente, por sus filas pasaron grandes valores del futbol quiaqueño, como toda institución tuvo un momento apremiante. Luego en un local de avenida La Madrid y Catamarca propiedad del entonces presidente Arturo Cardozo, lugar sin piso, solo una parte del techo, tablones y alumbrados por una lámpara a kerosene.
Otra generación de jóvenes jugadores y dirigentes se lanzaron a una nueva aventura, tener la sede social propia.
Hasta entonces ningún club la tenía, así en el año 1952 a veinte de su fundación, se inauguraba la tan ansiada sede. Con los años vinieron otras épocas que al ritmo del país marcaron una nueva historia en el club, actualmente tiene otro espacio físico ubicado sobre calle Rivadavia donde aún conserva el aire místico de sus primeros fundadores.
Los logros
En sus 85 años de vida, es uno de los denominados equipos grandes del balompié puneño, máximo animador del certamen organizado por la Liga Puneña de Fútbol. Los logros fueron varios también algunos fracasos. La "década dorada" tuvo su auge en los años 90, cuando el club obtuvo varios logros a nivel local, provincial e internacional.
También cabe mencionar su primera participación en el ex Torneo del Interior 2011, algo que quedará escrito en las páginas gloriosas de esa institución. Hablar de Lavalle es sinónimo de pasión y fanatismo por los colores naranja y amarillo actualmente es quien lleva mayor cantidad de simpatizantes cuando debe enfrentar algún compromiso.
Presente
Ante El Tribuno de Jujuy, Rómulo Herrera presidente del club se refirió al presente de su institución "quiero felicitar a toda la familia de Lavalle que siempre nos acompaña, especialmente aquellos hombres y mujeres que respaldan esta gestión". Al tiempo que añadió: "Tenemos una rica historia, estamos obligados a ser protagonistas siempre. A veces eso se hace difícil por las grandes erogaciones, que demanda tener un equipo competitivo". El objetivo desde la comisión es volver al certamen nacional, que será difícil pero no imposible. Lavalle depende de sí mismo para representar al fútbol de la Puna jujeña. Habrá que esperar hasta septiembre cuando concluya el torneo Anual 2015, que promete ser atrapante hasta el final. Con relación al aspecto social añadió": Concluímos la remodelación de una parte de la sede social, continuaremos estos trabajos hasta contar con un espacio destinado a la comunidad quiaqueña" .
Para festejar el acontecimiento, se reunieron en el Cear donde compartieron juegos y un asado de camadería.
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