Claudia Bazán, la mamá de la joven María José Urbaneja que fue
asesinada de 32 puñaladas por su pareja en la localidad cordobesa de Villa del Totoral, aseguró que cuando la persona que mató a su hija pidió abrazarla, antes de conocer su condena en el juicio, ella lo hizo motivada por "un impulso de madre".
El llamativo momento ocurrió el pasado viernes ante el tribunal de Cámara Octava del Crimen de
Córdoba, en el juicio en el que resultó condenado a 16 años de prisión Cristian Peralta, por los delitos de "homicidio simple, privación ilegítima de la libertad calificada y
amenazas calificadas".
"Cuando me pidió el abrazo quería comprobar si estaba arrepentido. No fue un arrepentimiento del corazón", indicó la mujer.
De todas maneras, mencionó que tuvo el gesto de abrazarlo al sentir que su hija se lo pedía.
"Quizá mi hija me lo pidió en ese momento. Lo sentí así", indicó.
En referencia al accionar de la justicia, la mujer se mostró muy crítica, en especial contra juez José Antonio Sartori, por la denuncia que la víctima habría presentado poco tiempo antes de ser asesinada.
"Mi hija, cuando pidió socorro, él hizo caso omiso. Hoy mi hija, quizá si la hubieran asistido, estaría viva".
En ese sentido, la mujer sostuvo: "La justicia le soltó la mano. Mi hija pidió ayuda y tribunales no la atendió". "El señor Sartori no supo cumplir. No protegieron a la víctima. Lo hicieron 15 días después, cuando mi hija ya estaba muerta", afirmó.
Claudia Bazán, la mamá de la joven María José Urbaneja que fue
asesinada de 32 puñaladas por su pareja en la localidad cordobesa de Villa del Totoral, aseguró que cuando la persona que mató a su hija pidió abrazarla, antes de conocer su condena en el juicio, ella lo hizo motivada por "un impulso de madre".
El llamativo momento ocurrió el pasado viernes ante el tribunal de Cámara Octava del Crimen de
Córdoba, en el juicio en el que resultó condenado a 16 años de prisión Cristian Peralta, por los delitos de "homicidio simple, privación ilegítima de la libertad calificada y
amenazas calificadas".
"Cuando me pidió el abrazo quería comprobar si estaba arrepentido. No fue un arrepentimiento del corazón", indicó la mujer.
De todas maneras, mencionó que tuvo el gesto de abrazarlo al sentir que su hija se lo pedía.
"Quizá mi hija me lo pidió en ese momento. Lo sentí así", indicó.
En referencia al accionar de la justicia, la mujer se mostró muy crítica, en especial contra juez José Antonio Sartori, por la denuncia que la víctima habría presentado poco tiempo antes de ser asesinada.
"Mi hija, cuando pidió socorro, él hizo caso omiso. Hoy mi hija, quizá si la hubieran asistido, estaría viva".
En ese sentido, la mujer sostuvo: "La justicia le soltó la mano. Mi hija pidió ayuda y tribunales no la atendió". "El señor Sartori no supo cumplir. No protegieron a la víctima. Lo hicieron 15 días después, cuando mi hija ya estaba muerta", afirmó.