Unas 6 mil personas permanecían ayer evacuadas a raíz de la
creciente de los ríos en la zona sur de
Tucumán, como consecuencia de
lluvias torrenciales, aunque el caudal había comenzado a estabilizarse y se logró evitar el abandono total de localidades, a pesar de lo cual continuaba el alerta. Todos los ríos que atraviesan Tucumán de oeste a este habían aumentado su caudal en las últimas horas, pero la situación se habría estabilizado desde el lunes, sin nuevas crecientes en la zona sur de la provincia, aunque continuaba el estado de máxima alerta. Ayer había unos 3 mil evacuados alojados en refugios dispuestos por el Gobierno, mientras una cantidad similar había abandonado sus viviendas por sus propios medios, según cifras extraoficiales. El director de Defensa Civil, Fernando Torres, confirmó que había zonas urbanas de los departamentos Simoca y Graneros inundadas por la crecida del río Marapa, con medio metro de agua en las casas. Torres señaló: "La situación más dramática se produjo en Alpachiri, El Molino, Santa Ana y Concepción, donde los ríos tomaron otros cursos, se abrieron y formaron lagunas, lo que obligó a evacuar a más de 700 personas". También había serios problemas en Villa Chicligasta, Piedra Grande, Atahona, Ciudacita, Monteagudo, Río Chico y Nueva Trinidad alcanzada por el río Medina.