Una jueza ordenó la captura del único sospechoso del doble crimen de una mujer y su hija, encontradas asesinadas a puñaladas en un departamento del
barrio porteño de Constitución.
La magistrada
Guillermina Martínez libró una orden de detención de Juan José Campos (35), quien trabajaba como empleado de un restraurant del centro porteño, por el doble homicidio de Elizabeth Wilson (44), y su hija Stefanía Abril Wilson (19).
La jueza aceptó el pedido del fiscal Justo Rovira, quien analizaba el resultado preliminar de la autopsia.
En ese sentido, los voceros indicaron que los médicos forenses que revisaron los cadáveres y establecieron que las víctimas presentaban entre seis y siete puñaladas. Según las fuentes, personal de la División Homicidios de la Policía Federal procuraba encontrar al sospechoso, de quien nadie sabe su paradero.
El hecho fue descubierto en la noche del lunes por Domingo Loiácono, padre de crianza de Elizabeth, quien se dirigió con efectivos de la seccional 18º a la casa de ella ante los reiterados llamados telefónicos no respondidos.
Del lugar emanaba un fuerte olor nauseabundo, ya que al parecer el doble crimen fue cometido la madrugada del viernes, de acuerdo a lo que declararon vecinas del edificio que esa noche escucharon gritos.
Además, una vecina que se identificó como Silvia contó que el viernes a la madrugada escuchó "gritos desgarradores", ruido de elementos de cocina que se tiraban, corridas y maullidos fuertes de los gatos.
Según la mujer, llamó a la Policía y cuando los efectivos fueron al departamento, la pareja de la víctima les dijo que "estaba todo bien".
Además, recordó que el viernes al mediodía vio al hombre entrando al edificio con comida y que utilizó la escalera porque ella y otra vecina hablaban cerca del ascensor acerca de los gritos que habían escuchado.
Recordó además que otra vecina llamada Evelyn, 15 minutos después de que se escucharan los gritos, recibió un mensaje desde el celular de la mujer asesinada en el que le preguntaban si había escuchado lo que pasaba. Otra presunta maniobra de encubrimiento denunciada fue que al cruzarse al vecino primero él le preguntó si ella había sido la que había gritado y luego le manifestó: "En lo de Romina no pasó nada".
Acerca de la relación de pareja, tanto el padre de la mayor de las víctimas como la vecina aseguraron que se habían conocido por Internet hace cinco meses y luego él, se había ido a vivir al departamento.