De luto, la exesposa de
Nisman, su hija Iara y Sara Garfunkel, madre del fallecido fiscal, llegaron empapadas al punto de encuentro con los funcionarios judiciales, quienes las acompañaron en la cabecera de la marcha.
Junto a ellas también se movilizó un grupo de 30 familiares de Nisman, que se sumó cuando llegaba al cruce de Avenida de Mayo y Salta. Los manifestantes la aplaudieron y le gritaron palabras de aliento, pero la magistrada se mantuvo seria y en silencio, aunque se quebró cuando, al llegar la cabecera de la marcha a la avenida 9 de Julio, los manifestantes entonaron el Himno Nacional.
Arroyo Salgado había confirmado su presencia en la movilización mediante un comunicado en el que anunció que concurriría "respetando el original propósito".