Minutos después de haber recibidos los atributos de mando,
Mauricio Macri caminó por el interior de la
Casa Rosada, acompañado de la primera dama
Juliana Awada y salió al balcón con su hija Antonia en brazos.
Mientras miles de personas cantaban en
Plaza de Mayo el ya clásico "sí se puede", el presidente Macri con una mano al corazón agradeció a los manifestantes y les respondió: "Sí se pudo". "Los argentinos merecíamos vivir mejor y estamos acá a punto de empezar una etapa maravillosa de nuestro país", expresó el flamante mandatario.
"Como decía hace instantes en el Congreso de la Nación prometo siempre decirles la verdad, siempre ser sincero y mostrarles cuáles son los problemas, por que sé que ustedes son el maravilloso pueblo argentino", continuó.
Macri insistió en reiteradas oportunidades el agradecimiento a los presentes y se refirió a cómo arrancará la gestión. "Les prometí que iba a armar un gran equipo, hoy ya tenemos un gran equipo de ministros listos para empezar a trabajar", sostuvo el mandatario.
Acto seguido, llamó a "todos los argentinos" a que acompañen su gestión, pero que también "nos avisen, alerten cuando nos equivocamos, que participen", pidió.
"No somos infalibles pero tenemos mucha vocación para hacer cosas todos los días para que ustedes vivan mejor", concluyó.
Desde el histórico balcón de la Casa de Gobierno, Macri acompañado también por Gabriela Michetti se permitió bromear respecto a sus característicos pases de baile, ante el pedido insistente de los ciudadanos presentes. "Estoy complicado para bailar por la banda pero cuando me la saque empieza la música", señaló. Inevitablemente comenzó a bailar una vez finalizadas sus palabras, al ritmo tropical de Gilda, que también contó con los coros por parte de la vicepresidente Grabriela Michetti.
10 mil personas recibieron a Macri
Unas 10.000 personas vivaron ayer, al grito de "sí, se puede", la llegada del electo presidente Mauricio Macri al Congreso de la Nación y su partida ya consagrado como primer mandatario a la Casa de Gobierno, primero por la avenida Rivadavia y la avenida de Mayo, después.
El ahora Presidente de la Nación llegó al Parlamento acompañado por su mujer Juliana Awada y de su hija Antonia, escoltado por el Regimiento de Granaderos a Caballo.
El "sí, se puede" fue la consigna más repetida frente al Congreso, donde los simpatizantes macristas se saludaban enfervorizados con abrazos y una frase escuchada varias veces: "Llegó el día".
La mayoría de las personas manifestaba abiertamente su adhesión al PRO, aunque había también militantes de la Unión Cívica Radical (UCR) y del Partido Fe, del dirigente sindical Gerónimo "Momo" Venegas.
Dos pantallas gigantes instaladas frente al Parlamento por la avenida Entre Ríos emitían imágenes del interior del edificio legislativo, seguidas desde la plaza por militantes y simpatizantes de la alianza Cambiemos, quienes aguardaban la presencia de Macri en un día de altas temperaturas. El intenso calor fue sofocado, en parte, por gaseosas que ofrecían vendedores ambulantes en la plaza, donde se pudieron apreciar escasos puestos de comidas, como la usanza de otras fuerzas políticas. Se hicieron notar también con sus bombos los vecinos del barrio porteño de Cildáñez y de la Villa 21-24, los que fueron trasladados en micros escolares y de alquiler.
Minutos después de haber recibidos los atributos de mando,
Mauricio Macri caminó por el interior de la
Casa Rosada, acompañado de la primera dama
Juliana Awada y salió al balcón con su hija Antonia en brazos.
Mientras miles de personas cantaban en
Plaza de Mayo el ya clásico "sí se puede", el presidente Macri con una mano al corazón agradeció a los manifestantes y les respondió: "Sí se pudo". "Los argentinos merecíamos vivir mejor y estamos acá a punto de empezar una etapa maravillosa de nuestro país", expresó el flamante mandatario.
"Como decía hace instantes en el Congreso de la Nación prometo siempre decirles la verdad, siempre ser sincero y mostrarles cuáles son los problemas, por que sé que ustedes son el maravilloso pueblo argentino", continuó.
Macri insistió en reiteradas oportunidades el agradecimiento a los presentes y se refirió a cómo arrancará la gestión. "Les prometí que iba a armar un gran equipo, hoy ya tenemos un gran equipo de ministros listos para empezar a trabajar", sostuvo el mandatario.
Acto seguido, llamó a "todos los argentinos" a que acompañen su gestión, pero que también "nos avisen, alerten cuando nos equivocamos, que participen", pidió.
"No somos infalibles pero tenemos mucha vocación para hacer cosas todos los días para que ustedes vivan mejor", concluyó.
Desde el histórico balcón de la Casa de Gobierno, Macri acompañado también por Gabriela Michetti se permitió bromear respecto a sus característicos pases de baile, ante el pedido insistente de los ciudadanos presentes. "Estoy complicado para bailar por la banda pero cuando me la saque empieza la música", señaló. Inevitablemente comenzó a bailar una vez finalizadas sus palabras, al ritmo tropical de Gilda, que también contó con los coros por parte de la vicepresidente Grabriela Michetti.
10 mil personas recibieron a Macri
Unas 10.000 personas vivaron ayer, al grito de "sí, se puede", la llegada del electo presidente Mauricio Macri al Congreso de la Nación y su partida ya consagrado como primer mandatario a la Casa de Gobierno, primero por la avenida Rivadavia y la avenida de Mayo, después.
El ahora Presidente de la Nación llegó al Parlamento acompañado por su mujer Juliana Awada y de su hija Antonia, escoltado por el Regimiento de Granaderos a Caballo.
El "sí, se puede" fue la consigna más repetida frente al Congreso, donde los simpatizantes macristas se saludaban enfervorizados con abrazos y una frase escuchada varias veces: "Llegó el día".
La mayoría de las personas manifestaba abiertamente su adhesión al PRO, aunque había también militantes de la Unión Cívica Radical (UCR) y del Partido Fe, del dirigente sindical Gerónimo "Momo" Venegas.
Dos pantallas gigantes instaladas frente al Parlamento por la avenida Entre Ríos emitían imágenes del interior del edificio legislativo, seguidas desde la plaza por militantes y simpatizantes de la alianza Cambiemos, quienes aguardaban la presencia de Macri en un día de altas temperaturas. El intenso calor fue sofocado, en parte, por gaseosas que ofrecían vendedores ambulantes en la plaza, donde se pudieron apreciar escasos puestos de comidas, como la usanza de otras fuerzas políticas. Se hicieron notar también con sus bombos los vecinos del barrio porteño de Cildáñez y de la Villa 21-24, los que fueron trasladados en micros escolares y de alquiler.