SALTA (Agencia). La furia se desató en Alto La Sierra, en Santa Victoria Este. Una niña aborigen de 12 años, quien padece una discapacidad, fue violada de forma masiva por ocho individuos, en inmediaciones de una cancha de fútbol, días atrás.
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SALTA (Agencia). La furia se desató en Alto La Sierra, en Santa Victoria Este. Una niña aborigen de 12 años, quien padece una discapacidad, fue violada de forma masiva por ocho individuos, en inmediaciones de una cancha de fútbol, días atrás.
La noticia corrió como reguero de pólvora en el pueblo, cuyos habitantes, en su mayoría de descendencia originaria, estallaron de bronca. Enardecidos, exigían la detención inmediata de los abusadores. Tres de los presuntos violadores ya fueron detenidos y la aprehensión de los restantes es inminente.
Era mediodía. Ocho muchachos estaban reunidos cerca de una cancha de fútbol y en determinado momento interceptaron a una nena, la arrastraron hasta el monte y abusaron sexualmente de ella. La niña lloraba y gritaba pidiendo auxilio. Dos chicas que la escucharon se acercaron y trataron de impedir la vejación pero los atacantes les gritaron; "Salgan ya de acá, no molesten".
Minutos después los agresores huyeron dejando a la víctima en medio de las malezas, en estado inconsciente. Las dos chicas que habían intentado salvarla del ataque volvieron a acercarse para auxiliarla y luego alertaron a vecinos y a la Policía. Un hombre también fue testigo del suceso. La menor fue asistida y se encuentra en delicado estado de salud.
La menor padece una discapacidad y es de descendencia originaria, su estado de salud sigue siendo muy delicado.Momentos de extrema tensión se vivieron luego dado que la niña es aborigen y los acusados, criollos. En el lugar frecuentemente hay enfrentamientos entre aborígenes y criollos por tierras. "La situación se puso tan difícil y grave", manifestaron fuentes investigativas.
Apenas salió a la luz el caso, varios vecinos se reunieron y fueron al destacamento policial para manifestarse pidiendo justicia. Amenazaron con prenderle fuego a la seccional con los efectivos dentro si los violadores, cuyos nombres ya se conocían, permanecían en libertad.
Interviene en el caso el fiscal penal Armando Cazón. "No tengo contemplación. Los sospechosos están bajo la lupa. Si son hallados culpables, les caerá todo el peso de la ley", dijo el fiscal penal
"Los acusados son ocho personas, entre mayores y menores. En un primer momento se detuvo a tres de ellos. Ahora hay órdenes para los demás y las capturas son inminentes".
"Hicimos la reconstrucción y determinamos que, efectivamente, las chicas querían ayudar y no las dejaron. También interviene un Juzgado de Menores", añadió. El caso está caratulado como abuso sexual con acceso carnal.
Consumo de sustancias
Los supuestos violadores habrían actuado bajo el efecto del alcohol y drogas. Según fuentes policiales, los acusados habrían estado ingiriendo bebidas alcohólicas y consumiendo sustancias desde la noche anterior.
"Es la primera vez que ocurre un caso tan grave. Por la cantidad de acusados, las condiciones de la niña, absolutamente desprotegida, vulnerable. No podemos tolerar bajo ninguna excusa lo ocurrido", dijo el fiscal Armando Cazón.
"Es importante que la sociedad se involucre. Si los vecinos ven algo extraño tienen que avisar a la Policía, tratar de impedir, tal como hicieron estas dos chicas. Esto pudo haber sido una tragedia. Es necesario que la gente tome conciencia y colabore para evitar delitos, a veces con un simple llamado se puede evitar algo sumamente grave. Lo que pasó pudo terminar en una muerte. El problema de base es que hay estamentos que se han fragmentado: la sociedad, la escuela, la familia. Hay cosas que deben cambiar", finalizó el fiscal.
Difícil acceso
Alto La Sierra está a unos 700 kilómetros de la ciudad de Salta, un viaje de al menos 10 horas cuando los caminos lo permiten. La comunicación telefónica se dificulta. Está en uno de los municipios más pobres de la Argentina, en Santa Victoria Este, cerca del límite con Formosa. Allí viven unas 4.000 personas la mayoría son aborígenes.
Los últimos días no se podía ingresar al pueblo por el mal estado del camino. Los procedimientos de detención se hacían dificultosos para la Policía. Una comisión de 10 efectivos de la Brigada de Investigaciones quedó a mitad del camino, ya que éste se tornaba intransitable.
Para el traslado de los tres detenidos, policías de Tartagal usaron vías alternativas. Cuando fueron a buscar a los acusados restantes, éstos se escondieron en el monte. Esto causó mayor malestar e indignación entre los pobladores. "Se trató de problemas operativos. La orden es que todos los acusados sean detenidos, que ninguno quede libre", aseguró el fiscal Cazón.