En la jornada de ayer se dio cumplimiento al careo entre dos testigos ordenado por el Tribunal en lo Criminal Nº 3, por el juicio que se le sigue a Jorge Luis Dávila por el asesinato del locutor Gustavo Edgardo Herrera, hecho ocurrido en el mes de febrero del años 2010.
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En la jornada de ayer se dio cumplimiento al careo entre dos testigos ordenado por el Tribunal en lo Criminal Nº 3, por el juicio que se le sigue a Jorge Luis Dávila por el asesinato del locutor Gustavo Edgardo Herrera, hecho ocurrido en el mes de febrero del años 2010.
El hermano de Herrera, Yamil Mamaní y Wilfredo "Wily" Lenz se vieron cara a cara y discutieron sobre puntos que el Tribunal enjuiciador y las partes consideraron que no quedaron claros, respecto a un supuesto pedido de dinero y protección que Lenz le había hecho a Mamaní, a cambio de información sobre una supuesta conversación por mensajes de textos, donde el imputado Dávila le había pedido que "hiciera boleta" a Edgardo Herrera.
Las instancias del juicio están para la producción de los alegatos, que se daría después de la jornada en la ciudad tabacalera.
La discusión entre los testigos se centró en el punto detallado anteriormente, donde un notoriamente nervioso Lenz, trataba de evadir la mirada del hermano del locutor asesinado, pero en un primer momento se volvió a negar sobre el supuesto ofrecimiento.
Los investigadores coincidieron que la pareja Dávila Herrera atravesaba una situación de crisis en el momento del crimen.
Con el correr de la confrontación, el testigo Lenz reconoció haber ido a buscar a algún familiar de Herrera y que él había pedido dinero a cambio de una supuesta información que sería de interés para la causa que investigaba la muerte del locutor, pero se negó a reconocer que tenía un chip de un teléfono celular como prueba de sus dichos.
De este punto sólo resta decir que los efectivos de la División de Homicidios fueron los que se entrevistaron con el testigo Lenz, en el domicilio de Mamaní, pero de esta entrevista no surgió nada "interesante", por lo menos para los efectivos, que tras este episodio no se volvieron a entrevistar con Lenz, ni mucho menos fue citado a declarar ni en la dependencia policial ni en la Fiscalía.
"Soy un tonto por meterme en donde no debo, te pido perdón hermano, yo no tengo nada que ver con la muerte de tu hermano, me quise aprovechar de la situación para sacar dinero y mirá donde terminé", dijo al borde de las lágrimas "Wily" a Yamil Mamaní.
De este careo surgió la necesidad de una ampliación testimonial de los protagonistas, sobre todo porque el testigo Lenz decía que no entendía las preguntas formuladas por las partes y además en el momento de responder, lo hacía a medias o desviaba el punto del debate.