El equipo que dirige Eduardo Gallardo, al igual que en los tres encuentros anteriores, propuso un juego de igual a igual.
Los argentinos efecturaron ataques ordenados y largos, estirando la tenencia casi hasta el pasivo, sin desesperarse y eligiendo la mejor opción para lanzar ante una defensa dura. La víctima predilecta de los germanos fue Diego Simonet, que, en varias oportunidades, recibió golpes en el rostro que no fueron sancionados con la severidad necesaria por los árbitros.
La entrega y lucha de los "gladiadores" no fue suficiente frente a la potencia teutona, porque pese a sus esfuerzos terminaron siendo derrotados. Igualmente, la chance de clasificar a la próxima ronda sigue intacta, el seleccionado masculino de hándbol deberá tan solo empatar ante Rusia, cuando ambos equipos se enfrenten mañana desde las 13.
El equipo que dirige Eduardo Gallardo, al igual que en los tres encuentros anteriores, propuso un juego de igual a igual.
Los argentinos efecturaron ataques ordenados y largos, estirando la tenencia casi hasta el pasivo, sin desesperarse y eligiendo la mejor opción para lanzar ante una defensa dura. La víctima predilecta de los germanos fue Diego Simonet, que, en varias oportunidades, recibió golpes en el rostro que no fueron sancionados con la severidad necesaria por los árbitros.
La entrega y lucha de los "gladiadores" no fue suficiente frente a la potencia teutona, porque pese a sus esfuerzos terminaron siendo derrotados. Igualmente, la chance de clasificar a la próxima ronda sigue intacta, el seleccionado masculino de hándbol deberá tan solo empatar ante Rusia, cuando ambos equipos se enfrenten mañana desde las 13.