Europa emprendió una ofensiva contra el yihadismo, con la muerte el jueves de dos sospechosos en Verviers, Bélgica, y la detención ayer de decenas más en este país, Francia y Alemania, una semana después de los atentados en París.
Los responsables europeos temen que los jóvenes que parten a zonas en conflicto, principalmente a regiones de Siria e Irak, para unirse a grupo radicales, entrenarse y combatir, regresen luego al continente para cometer ataques.
La fiscalía de Bélgica acusó ayer a cinco personas de "participación en actividades de un grupo terrorista", un día después del desmantelamiento de una célula que se disponía a cometer atentados contra policías.
En el marco de la investigación en Francia por los ataques de la semana pasada, la policía detuvo a doce personas en diferentes redadas de la región de París.
En Bélgica, las autoridades detuvieron a 13 personas para "desmantelar una célula terrorista y su apoyo logístico" que se preparaba a "matar policías en la vía pública".
Tres de los cinco acusados por "participación en actividades de un grupo terrorista" se encuentran en detención provisional, entre ellos el presunto yihadista que sobrevivió el jueves por la noche en la localidad belga de Verviers al asalto policial, que terminó con un saldo de dos sospechosos muertos y uno herido.
En Alemania, la policía lanzó una redada contra el "movimiento islamista berlinés", con 11 registros y la detención de dos ciudadanos turcos, aunque no tenían información de que estuvieran preparando atentados en Alemania.
Según las autoridades alemanas, uno de los detenidos, un turco de 41 años, dirige "un grupo de extremistas islamistas" que incluiría a ciudadanos turcos, rusos de origen checheno o del Daguestán, y que planificaba un acto violento en Siria.
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Europa emprendió una ofensiva contra el yihadismo, con la muerte el jueves de dos sospechosos en Verviers, Bélgica, y la detención ayer de decenas más en este país, Francia y Alemania, una semana después de los atentados en París.
Los responsables europeos temen que los jóvenes que parten a zonas en conflicto, principalmente a regiones de Siria e Irak, para unirse a grupo radicales, entrenarse y combatir, regresen luego al continente para cometer ataques.
La fiscalía de Bélgica acusó ayer a cinco personas de "participación en actividades de un grupo terrorista", un día después del desmantelamiento de una célula que se disponía a cometer atentados contra policías.
En el marco de la investigación en Francia por los ataques de la semana pasada, la policía detuvo a doce personas en diferentes redadas de la región de París.
En Bélgica, las autoridades detuvieron a 13 personas para "desmantelar una célula terrorista y su apoyo logístico" que se preparaba a "matar policías en la vía pública".
Tres de los cinco acusados por "participación en actividades de un grupo terrorista" se encuentran en detención provisional, entre ellos el presunto yihadista que sobrevivió el jueves por la noche en la localidad belga de Verviers al asalto policial, que terminó con un saldo de dos sospechosos muertos y uno herido.
En Alemania, la policía lanzó una redada contra el "movimiento islamista berlinés", con 11 registros y la detención de dos ciudadanos turcos, aunque no tenían información de que estuvieran preparando atentados en Alemania.
Según las autoridades alemanas, uno de los detenidos, un turco de 41 años, dirige "un grupo de extremistas islamistas" que incluiría a ciudadanos turcos, rusos de origen checheno o del Daguestán, y que planificaba un acto violento en Siria.
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