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5 de Agosto,  Jujuy, Argentina
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Mireya trajo tangos, historias y danza al Mitre

Martes, 30 de septiembre de 2014 00:00
MIREYA UNA SUPERPRODUCCION DE PEPE CIBRIAN CAMPOY Y ANGEL MAHLER
Una nueva creación de los afamados Pepe Cibrián Campoy y Angel Mahler llegó a Jujuy. Con una estética e historia diferente a otros musicales de la dupla, con "Mireya" reafirmaron la calidad de sus presentaciones desplegando un repertorio clásico de antiguos tangos y un vestuario acorde a la época.
La obra, de libro, letras y dirección general de Pepe Cibrián Campoy, con la música original y orquestaciones de Ángel Mahler, supo amalgamar la historia costumbrista que el público jujeño apreció de pié.
Los actores, Gabriela Bevacqua que encarnó a la protagonista "Mireya", junto a Leandro Gazzia quien tenía el papel de Miguel, el amigo, fueron los más aplaudidos y apreciados, por sus destacadas representaciones en actuación, canto y baile. Le siguieron los Damián Iglesias, quien encarnó a la pareja Alfredo mientras Martin Repetto hizo el papel del Manuel, personaje clave en la historia, al igual que el de Adiviia (madre de Alfredo) representado por Lorena García Pacheco.
Aunque la escenografía apelaba a la imaginación para dar lugar al baile y destacar las situaciones, la obra desplegó equilibradamente la actuación, el canto y la danza para contar la historia de Mireya, que inicialmente era la joven "Mireille", por su origen francés.
La música acompañaba las tristes tanto como las alegres escenas para visualizar la vida de una joven huérfana que soñaba con ser estrella junto a su amigo Miguel. La ingenuidad del momento hizo que al conocer a su primer hombre cayera en la prostitución alejada de su único amigo, y quien luego de que fuera liberada de su captor la ayudara a reponerse.
En su regreso a Buenos Aires la joven cumplió su sueño de subir al escenario pero en burdeles de la ciudad donde encontró a su amor, un hacendado de apellido cuya historia de amor se vió truncada por la ambición de la madre de su pareja quien la acorralara por su pasado. El amor truncado así por la vergüenza tuvo su oportunidad luego de dos décadas, con un reencuentro del hijo de la pareja que no volvió a reunirse sino hasta luego de la muerte.
Se expuso así las diferencias de clase, la vida en los suburbios, el abuso, el proxenetismo, y la convivencia de la Policía y el papel del sector de la oligarquía.
El elenco lo completaron Eluney Zalazar quien hizo el papel de su tía, Bruno Pedicone de Policía, Nicolás Bertolotto de Payo, y Verónica Pacenza de Merceditas. Ellos complementaron con danzas para dar forma a las escenas que le dieron forma a la historia dejando lucirse a los protagonistas en las interpretaciones. Se escucharon así creaciones tangueras de Darienzo, Soldán, Troilo y Mores, que daban vida y sentido a las escenas.
La dirección fue de Damián Iglesias.

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Una nueva creación de los afamados Pepe Cibrián Campoy y Angel Mahler llegó a Jujuy. Con una estética e historia diferente a otros musicales de la dupla, con "Mireya" reafirmaron la calidad de sus presentaciones desplegando un repertorio clásico de antiguos tangos y un vestuario acorde a la época.
La obra, de libro, letras y dirección general de Pepe Cibrián Campoy, con la música original y orquestaciones de Ángel Mahler, supo amalgamar la historia costumbrista que el público jujeño apreció de pié.
Los actores, Gabriela Bevacqua que encarnó a la protagonista "Mireya", junto a Leandro Gazzia quien tenía el papel de Miguel, el amigo, fueron los más aplaudidos y apreciados, por sus destacadas representaciones en actuación, canto y baile. Le siguieron los Damián Iglesias, quien encarnó a la pareja Alfredo mientras Martin Repetto hizo el papel del Manuel, personaje clave en la historia, al igual que el de Adiviia (madre de Alfredo) representado por Lorena García Pacheco.
Aunque la escenografía apelaba a la imaginación para dar lugar al baile y destacar las situaciones, la obra desplegó equilibradamente la actuación, el canto y la danza para contar la historia de Mireya, que inicialmente era la joven "Mireille", por su origen francés.
La música acompañaba las tristes tanto como las alegres escenas para visualizar la vida de una joven huérfana que soñaba con ser estrella junto a su amigo Miguel. La ingenuidad del momento hizo que al conocer a su primer hombre cayera en la prostitución alejada de su único amigo, y quien luego de que fuera liberada de su captor la ayudara a reponerse.
En su regreso a Buenos Aires la joven cumplió su sueño de subir al escenario pero en burdeles de la ciudad donde encontró a su amor, un hacendado de apellido cuya historia de amor se vió truncada por la ambición de la madre de su pareja quien la acorralara por su pasado. El amor truncado así por la vergüenza tuvo su oportunidad luego de dos décadas, con un reencuentro del hijo de la pareja que no volvió a reunirse sino hasta luego de la muerte.
Se expuso así las diferencias de clase, la vida en los suburbios, el abuso, el proxenetismo, y la convivencia de la Policía y el papel del sector de la oligarquía.
El elenco lo completaron Eluney Zalazar quien hizo el papel de su tía, Bruno Pedicone de Policía, Nicolás Bertolotto de Payo, y Verónica Pacenza de Merceditas. Ellos complementaron con danzas para dar forma a las escenas que le dieron forma a la historia dejando lucirse a los protagonistas en las interpretaciones. Se escucharon así creaciones tangueras de Darienzo, Soldán, Troilo y Mores, que daban vida y sentido a las escenas.
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