Victoria siderúrgica. Altos Hornos Zapla se impuso 2 a 1 ante Palermo en el "Emilio Fabrizzi" que mostró un trámite dinámico en cada una de las acciones, pero el dueño de casa contó con una acertada tarde donde Cachagua convirtió 2 de las 5 situaciones claras que se le presentaron.
Eso sí el desarrollo del juego estuvo enmarañado con muchos roces, gritos e insultos innecesarios tanto adentro como afuera del campo donde el árbitro no aplicó la autoridad correspondiente. Un párrafo aparte merece el vocabulario nefasto en las indicaciones o reclamos con reiterada falta de respeto del cuerpo técnico "canario" hacía sus jugadores que hasta los llegó a arengar a ejercer a la violencia. Una vergüenza.
El trámite comenzó parejo, pero la vertiginosidad ofensiva del "merengue" fue punzante y así Cachagua ganó en las alturas para abrir el marcador.
La respuesta del "canario" fue inmediata con Ponce, pero la bocha se fue besando el palo.
Luego fue todo de los palpaleños con un Cachagua enchufado y arrastrando marcas. Sumadas a las proyecciones de Alarcón exigieron al golero visitante. Al final se fueron expulsados imprudentemente López en Palermo y Lamas y Agustín Martínez en Zapla.
En la segunda mitad, el "canario" fue mas incisivo con Carabajal que al ingresar le dio mayor movilidad en ataque. A eso ritmo se acopló Beltrán y después Areco, pero los tres perdieron con el golero Ramírez. Y a los 19' de tanto insistir Carlos Castro le puso la pelota en el pecho a Ponce que marcó el empate parcial.
La alegría le duró poco a Palermo, porque en el reinicio del juego Daniel Solís cedió a Cachagua que a pura potencia concretó el 2 a 1 que renovó el camino triunfal de Zapla. Sin embargo, el "canario" no bajó los brazos, pero a la vez no fue profundo. En tanto que el local de contra pudo liquidarlo, pero Cachagua estuvo impreciso en sus definiciones.
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Victoria siderúrgica. Altos Hornos Zapla se impuso 2 a 1 ante Palermo en el "Emilio Fabrizzi" que mostró un trámite dinámico en cada una de las acciones, pero el dueño de casa contó con una acertada tarde donde Cachagua convirtió 2 de las 5 situaciones claras que se le presentaron.
Eso sí el desarrollo del juego estuvo enmarañado con muchos roces, gritos e insultos innecesarios tanto adentro como afuera del campo donde el árbitro no aplicó la autoridad correspondiente. Un párrafo aparte merece el vocabulario nefasto en las indicaciones o reclamos con reiterada falta de respeto del cuerpo técnico "canario" hacía sus jugadores que hasta los llegó a arengar a ejercer a la violencia. Una vergüenza.
El trámite comenzó parejo, pero la vertiginosidad ofensiva del "merengue" fue punzante y así Cachagua ganó en las alturas para abrir el marcador.
La respuesta del "canario" fue inmediata con Ponce, pero la bocha se fue besando el palo.
Luego fue todo de los palpaleños con un Cachagua enchufado y arrastrando marcas. Sumadas a las proyecciones de Alarcón exigieron al golero visitante. Al final se fueron expulsados imprudentemente López en Palermo y Lamas y Agustín Martínez en Zapla.
En la segunda mitad, el "canario" fue mas incisivo con Carabajal que al ingresar le dio mayor movilidad en ataque. A eso ritmo se acopló Beltrán y después Areco, pero los tres perdieron con el golero Ramírez. Y a los 19' de tanto insistir Carlos Castro le puso la pelota en el pecho a Ponce que marcó el empate parcial.
La alegría le duró poco a Palermo, porque en el reinicio del juego Daniel Solís cedió a Cachagua que a pura potencia concretó el 2 a 1 que renovó el camino triunfal de Zapla. Sin embargo, el "canario" no bajó los brazos, pero a la vez no fue profundo. En tanto que el local de contra pudo liquidarlo, pero Cachagua estuvo impreciso en sus definiciones.
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