Cuando se pierde una elección siempre se buscan culpables. Esto sucede en todos los partidos, en mayor o menor medida. Sin embargo, en el caso del Partido Justicialista, suele darse con mayor virulencia. Este martes, esa dinámica se hizo visible en la sede del Partido Justicialista bonaerense, donde aparecieron carteles negros con letras blancas que decían: “Máximo: el PJ no es tu juguete”, “Basta de herederos y bendecidos” y “El Partido Justicialista no es tu monarquía”.
Los afiches condensan en pocas palabras el malestar que recorrió al partido tras la derrota frente a La Libertad Avanza y apuntan directamente al presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, cuya figura se volvió centro de debate y reclamos internos.
Los carteles, distribuidos frente a la sede del PJ, insisten en que "devuelvan el PJ de PBA a los peronistas". La cuestión no es menor: el PJ bonaerense debe renovar sus autoridades a fines de este año, un trámite que se acerca con la tensión de quienes vigilan cada movimiento de la conducción actual.
El diputado nacional concluirá su mandato al frente del partido en diciembre. No obstante, la conducción podría extenderse, y de darse una interna, ésta se desarrollaría durante los primeros meses de 2026, acompañada por la deliberación del consejo partidario. Las conversaciones internas ya muestran un preacuerdo tácito para que los tiempos se demoren un poco, y se ajusten a lo que dicta la carta orgánica: para convocar a elecciones internas, la convocatoria debe realizarse con 60 días de antelación y publicarse en un medio provincial 55 días antes de la fecha fijada.
En agosto pasado, Máximo Kirchner había asegurado que las elecciones internas se llevarían a cabo en diciembre. En aquel momento, una fuente cercana al legislador había afirmado: “Los que viven hablando de la conducción de Máximo y demás, ahora van a tener la oportunidad de dar la disputa interna, veremos si están”. Hoy, sin embargo, desde su entorno indican que los plazos para un recambio en este mismo año ya no resultan suficientes, lo que modifica aquel cronograma que parecía cerrado.
Mientras tanto, el resultado adverso de este domingo volvió a encender las críticas dentro del kirchnerismo hacia la estrategia electoral del gobernador bonaerense, Axel Kicillof. La disputa se centra, en particular, en el desdoblamiento electoral: una maniobra que aseguró la victoria provincial pero que no logró replicarse en los comicios de diputados nacionales, apenas cincuenta días después.
El propio gobernador defendió su decisión este lunes posterior a los comicios: “Fuerza Patria sostuvo los mismos votos en octubre, así que el desdoblamiento no produjo una pérdida de votos nuestros”. Una frase medida, que intenta conjurar la polémica, pero que no detuvo los cuestionamientos internos.
Una de las críticas más directas provino de la intendente de Quilmes, Mayra Mendoza, quien apenas terminados los comicios publicó en X: “El conurbano va a salvar a La Patria y @CFKArgentina tenía razón (no importa cuando leas esto)”. Una señal clara de cómo el debate interno cruza la provincia, de municipio en municipio, sin que la conducción central logre contenerlo.
Si bien Kicillof no tiene intención de disputar la presidencia del PJ bonaerense, algunos dirigentes cercanos ya circulan en esa conversación. El ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque, es uno de ellos. La semana pasada, aseguró: “En términos particulares, en lo que se refiere a mi persona, soy un militante del peronismo, voy a trabajar siempre por el peronismo desde el lugar que sea”.
Y agregó: “Hoy soy consejero, el día de mañana dirán los y las compañeras, dirán cuál sea mi lugar”. Una manera elegante de dejar entrever que su disposición a disputar la conducción no es sólo retórica.
En el kirchnerismo, sin embargo, relativizan la figura de Larroque. “Estaba afiliado al comunismo y se metió al PJ por la ventana a los 42 años para asumir de consejero. Lo tuvimos que meter por izquierda”, afirman desde el entorno de Máximo Kirchner. Hoy, Larroque ocupa un lugar como consejero por la Octava sección electoral, es decir, por la ciudad de La Plata.
“El peronismo está en una fase de transición que debe acelerar, que debe profundizar los debates, las discusiones”, declaró Larroque este martes a La Red. Y dijo, además, que “venimos de una derrota en el 2023, que obviamente fue porque no se hicieron las cosas bien y creo que tenemos que mostrarle a la sociedad que tenemos la capacidad de cambiar, de corregir”. La autocrítica, entre líneas, aparece más como un reclamo a los Kirchner que al PJ en general.