25 de Junio,  Jujuy, Argentina
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Emoción en La Mendieta

El acto tuvo lugar con la presencia de sobrevivientes del Crucero y veteranos de guerra de Malvinas.
Domingo, 04 de mayo de 2025 01:04
REUNIDOS EN LA MENDIETA | VETERANOS DE GUERRA DE MALVINAS, ENTRE ELLOS DOS SOBREVIVIENTES DEL CRUCERO BELGRANO, JUNTO AL INTENDENTE RICARDO FARFÁN.

La dulce localidad azucarera de La Mendieta abrió el corazón para abrazar a los sobrevivientes del Crucero ARA "General Belgrano" y veteranos de la guerra de Malvinas, en un sentido acto que fue presidido por el intendente Ricardo Farfán y autoridades locales.

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La dulce localidad azucarera de La Mendieta abrió el corazón para abrazar a los sobrevivientes del Crucero ARA "General Belgrano" y veteranos de la guerra de Malvinas, en un sentido acto que fue presidido por el intendente Ricardo Farfán y autoridades locales.

La ceremonia conmemorativa del 43° aniversario del hundimiento del Crucero tuvo como escenario la plaza 2 de Abril, de La Mendieta, y contó con la presencia del intendente Farfán, miembros de su gabinete, concejales, los veteranos de guerra de Malvinas Juan Carlos Galeano, Ricardo Serrano, Wilson Orlando Tárraga, Raúl Parra, Mario Rodríguez y Daniel Landriel; los sobrevivientes del naufragio Orlando Cuellar y Santiago Reyes; familiares y vecinos.

Las manos de los hijos, familiares y amigos del veterano de guerra Ricardo Serrano se hicieron ofrenda para tributar homenaje a los héroes que descansan en las gélidas aguas del sur. Trescientos veintitrés barquitos de papel fueron colocados a los pies del mástil y del mural que honra la memoria perenne de la guerra de Malvinas, formando una gran ancla, emblema de la Armada Argentina. Cada uno de ellos llevaba imaginariamente el nombre de los caídos en el hundimiento del Crucero, escenografía muy emotiva que trajo al presente, el dolor de todo un pueblo por tan grande pérdida.

Tras las instancias protocolares que incluyeron el izamiento de la Enseña patria, entonación Himno Nacional y minuto de silencio, fueron colocadas sendas ofrendas florales por parte del municipio y del veterano Ricardo Serrano.

En su mensaje el jefe comunal, agradeció y destacó la presencia de los veteranos de guerra y sostuvo que es un honor para la comunidad mendieteña recibirlos en una jornada tan especial y poder así, conocer la historia de la guerra en primera persona, porque son ellos, testimonio vivo de lo ocurrido. Ricardo Farfán, hizo público el pedido de mantener viva la memoria de los soldados que ofrendaron su vida por la Patria y el reconocimiento a los que volvieron y hoy caminan a nuestro lado. "En este día tan especial abrimos el corazón para recibir a nuestros veteranos, agradezco a la familia del veterano mendieteño Ricardo Serrano y otros veteranos del pueblo que siempre están malvinizando en las escuelas y otras instituciones. Hay muchas cosas que pasaron en esa historia y de poco la gente va tomando conciencia de lo que significa Malvinas. Hoy tener la historia viva de dos sobrevivientes del Crucero General Belgrano que fue derribado hace 43 años, y que vivieron en esos momentos", expresó al tiempo de asumir el compromiso de institucionalizar el acto en el calendario cívico del municipio. "A partir de este año vamos a conmemorar todos los años este día tan especial. Estos son nuestros héroes, hay que recordarlos siempre, no solo el 2 de abril, sino toda la vida. Gracias por lo que hicieron por nuestro país y cuenten con nuestro acompañamiento".

PORTANDO LA OFRENDA FLORAL | ORLANDO CUELLAR Y SANTIAGO REYES, SOBREVIVIENTES DEL HUNDIMIENTO DEL CRUCERO

Por su parte Ricardo Serrano agradeció a todos los que unieron manos y voluntades para la realización del acto, de manera especial a sus compañeros, amigos y hermanos veteranos de guerra. "Voy a pedir la palabra de dos sobrevivientes del Crucero, escuchen y no se pierdan nada por favor", dijo al tiempo de llamar a Orlando Cuellar y Santiago Reyes.

"El 2 de mayo de 1982 no es solo una fecha en el calendario, es un punto de quiebre, un día de dolor, de valentía y de recuerdo. Ese día, 323 compañeros no volvieron. Ellos siguen presentes en cada ola del mar que los cobijó, en cada Bandera que flamea al viento, en cada silencio que guarda al respeto. Tuvimos el honor y el peso de ser parte de esa tripulación. Fui testigo del coraje de hombres que a pesar del miedo mantuvieron su compromiso con la patria, sobrevivir. Pero conservo cada historia, cada mirada, cada despedida no dicha, sobrevivir es también un deber. El deber de recordar y de contar. A quienes ya no están los llevamos en el alma. A sus familias un abrazo eterno y a quienes estamos aquí, sigamos honrando su memoria con la verdad, con la paz y con la firme convicción de que la soberanía no se negocia. Malvinas nos une, el Belgrano nos hermana, que la historia no se olvide y que la memoria siga viva", expresó en su mensaje Orlando Cuellar.

"En el año 1981 estaba haciendo el secundario, cuarto año en la escuela Normal. En octubre o noviembre recibí la cédula de notificación para hacer el servicio militar, iba a cumplir los 18 años. No pedí prórroga porque quería conocer el mar, nunca lo había visto, me decían que me tocaba la Marina y no quería perder esa oportunidad. En febrero de 1982 fui destinado a Puerto Belgrano y pronto al crucero. Muchas familias no pudieron despedirse. Para muchos fue la última vez que los vieron con vida", dijo Cuellar.

Santiago Reyes, oriundo de lote El Puesto de La Esperanza, acompañaba a Cuellar en su destino y también en el horror que vendría. "Ese día yo estaba de guardia. Nos rotábamos, cuatro dormían, cuatro quedaban despiertos. Los que durmieron, durmieron para siempre", fueron las palabras estremecedoras de Reyes. "Yo fui el último en ser designado a la guardia. Esa fue mi suerte".

Luego del impacto de los torpedos, indicaron que infierno del océano los puso a prueba. "Estuvimos 36 horas a la deriva en balsas destruidas, bajo la lluvia, con olas de ocho metros, sólo pensábamos y queríamos sobrevivir". Sus palabras describieron de manera perfecta lo sucedido y vivido. "El frío era tan terrible que nuestras manos se congelaban en segundos. Nos orinábamos encima para darnos calor. Vomitábamos en la balsa. Nos turnábamos para remar porque nadie aguantaba más de tres o cuatro movimientos. Vi morir camaradas en mis brazos. Cuando no los podíamos subir, les sacábamos la chapa y los hundíamos. Esa era la regla del mar. No podíamos llevar a ningún compañero fallecido porque nos hundíamos todos", fueron algunos de los recuerdos que compartieron.

"Nos prohibieron hablar cuando volvimos. Nos bajaron del colectivo y nos dijeron íSilencio! Nos dieron doce días de licencia y después, de vuelta al servicio militar como si nada", apuntó Santiago Reyes.

Mientras tanto Orlando Cuellar, indicó que la posguerra fue igual de dura. "Un soldado de Ledesma se quitó la vida en Tucumán. No aguantó. Fue el primer suicidio entre nosotros. Nosotros seguimos, pero el dolor quedó adentro".

Sin lugar a dudas, estos dos soldados que sobrevivieron llevan marcas imborrables. "El cuerpo no se recupera nunca del todo. Nos quemó el petróleo, el agua salada, el frío". Hoy, con más de 60 años todavía luchan desde el mar de la memoria. Les habían ordenado callar, pero hoy decidieron contarlo todo para que los jóvenes sepan, para que no se olvide.

 

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