LA QUIACA (Corresponsal) Ayer, con una mañana templada y como todos los años, la tercera semana de octubre marcó el inicio de la "Manka Fiesta" o Feria de las Ollas de Barro Cocido.
El acto de apertura, estuvo encabezado por el intendente Dante Velázquez, junto a los legisladores provinciales Carlos Haquim, Alejandra Elías, también el secretario de Energía Mario Pizarro. Autoridades locales, referentes instituciones locales, invitados especiales, comunidad toda y visitantes.
Luego del izamiento enseña patria y entonación del Himno Nacional, las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del intendente Velázquez, "la Manka Fiesta tiene proyección internacional, es la celebración de todos los quiaqueños", sostuvo.
Además, agradeció a todos los actores sociales que hicieron posible que la "Manka" sea declarada Patrimonio Cultural Vivo de la Provincia de Jujuy a través de una ley provincial aprobada en marzo de 2025.
Esta declaración tiene como objetivo proteger y promover la celebración ancestral, seguidamente de manera simbólica, ligada a los pueblos andinos, las autoridades presentes arrojaron vasijas de vino contras piedras blancas.
"íQue viva la Manka Fiesta, a olvidarse de las penas y sea una buena edición para todos!", exclamó el intendente fronterizo.
Posteriormente con el acompañamiento de la Banda de Música Municipal, hubo un colorido pasacalle hasta el ingreso del predio ferial, donde se realizó con fe y profunda convicción la ceremonia a la Pachamama.
El programa de actividades de este evento cultural, el más relevante de la región, se desarrolla en los predios del ex ferrocarril Belgrano hasta el domingo 26 inclusive.
Hoy continuará el festival musical con la actuación de Sergio Galleguillo y Los Tekis, quienes cerrarán la jornada con un espectáculo a puro carnaval.
Esencia intacta
La finalidad del ancestral encuentro, fue satisfacer las necesidades de intercambio de productos de los habitantes puneños, de los valles jujeños, del norte salteño y los llegados desde el Sur de Bolivia.
En pleno siglo 21, el trueque y cambalache siguen vigentes, entre las mercancías más comunes se destacan las piezas de alfarería como ollas, virques, tinajas, chalonas, encontrándose también tejidos de lana de llama, barracanes, picotes, chalonas, papas, chuño, frutas disecadas, semillas, sombreros ovejunos, canastos y en el predio abunda la comida regional, música y bailes en típicas carpas.