Hoy, la feligresía católica, recuerda y celebra un nuevo aniversario de la bendición e inauguración del templo matriz de la Parroquia San Pedro de Río Negro, bajo la advocación de San Pedro Apóstol, patrono del lugar, trascendental acontecimiento, que se realizó el 28 de Junio de 1927, en la víspera de sus fiestas patronales.
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Hoy, la feligresía católica, recuerda y celebra un nuevo aniversario de la bendición e inauguración del templo matriz de la Parroquia San Pedro de Río Negro, bajo la advocación de San Pedro Apóstol, patrono del lugar, trascendental acontecimiento, que se realizó el 28 de Junio de 1927, en la víspera de sus fiestas patronales.
Fue el multidoctor e historiador Jobino Sierra e Iglesias quien, merced a su impecable y minuciosa investigación, permitió a los sampedreños encontrarse con los cimientos de su historia, redescubriendo los nombres de aquellos hombres y mujeres pioneros, que con su espíritu visionario, dejaron un valioso legado para las presentes y futuras generaciones.
En una de sus obras cumbres, “Un tiempo que se fue”, el multidoctor relató que a comienzo del siglo pasado, el pueblo de San Pedro sentía la necesidad de la construcción de un nuevo templo católico. La capilla que poseía resultaba pequeña para la población en constante crecimiento, además era un edificio cuyas paredes de adobe se hallaban en mal estado de conservación y amenazaban con derrumbarse.
Estas inquietudes del pueblo y de su sacerdote, que por aquel entonces era el padre Luis María Lorber, propiciaron la creación de dos comisiones pro templo, una de damas y otra de caballeros, cuyos integrantes enviaron notas a las autoridades nacionales y provinciales y a personas influyentes, para solicitarles ayuda para la construcción de un nuevo templo en el poblado.
Fue así que, un 11 de Junio de 1916, fue colocada la piedra fundamental, obra realizada por el vecino de La Esperanza Fernando Sembinelli. La misma había sido traída de la finca Las Cañadas y labrada en mármol ónix.
El historiador, puso énfasis en recordar que el nuevo templo a construirse, fue considerado una “Obra patriótica-religiosa, un monumento conmemorativo a la Independencia Argentina, en el primer Centenario del Congreso de Tucumán y en honor del clero argentino, en cuya proclamación, éste ha desempeñado un papel tan brillante y principal”, según consta en el Acta colocada en la piedra fundamental.
Once años después, el 28 de Junio de 1927, en vísperas de su fiesta religiosa, se inauguró y bendijo el templo bajo la advocación de San Pedro, Patrono del lugar. El solemne acto fue presidido por el Obispo de Salta Monseñor Julio Campero. La construcción es de estilo anglicano y tenía en su torre un reloj público, que perteneció a la actual Basílica Menor San Francisco, ubicada en la capital jujeña.
Aporte de los Hermanos Leach
Es digno de destacar también, el aporte y la actuación que tuvieron los hermanos Leach, para la construcción del templo, entre los que pueden mencionarse, la donación de uno de los terrenos de la iglesia, la fabricación de una cucharilla de plata con mango de marfil, réplica de una cuchara de albañil, conmemorativa del acto, que luego regalaron a la iglesia, la confección de los planos de la nave central, el transporte de todos los materiales sin cargo, refundieron en los talleres del ingenio las campanas del templo que presentaban fisuras y la contribución económica de $ 35.000 en efectivo, que representó más de la tercera parte del costo de la obra.