Teherán vive una larga agonía. La falta de lluvias está dejando a los teheraníes sin agua y el gobierno advierte con mudar la capital. El temido “Día 0″, en que las canillas se quedarán virtualmente vacías, está cerca.
“Esta es la situación de emergencia hídrica más grave que Teherán ha enfrentado en su historia reciente”, dijo a TN el científico iraní Kaveh Madani, exsubdirector del Departamento de Medio Ambiente de Irán y actual director del Instituto para el Agua, el Ambiente y la Salud (INWEH) de las Naciones Unidas.
La sequía, agravada por el cambio climático en un país mayoritariamente árido, afecta amplias zonas del territorio.
Este 2025 ha sido un año difícil para los iraníes. Tras la ola de bombardeos de Israel y EE.UU de junio que golpearon la capital y distintas centrales nucleares, ahora la falta de agua empezó a moldear una realidad ambiental preocupante unida al hacinamiento urbano.
Es un escenario catastrófico. El presidente Masud Pezeshkian lo dejó en claro con un mensaje contundente: “La realidad es que no hay otra opción” que trasladar la capital. “Es una necesidad. No podemos abrumar a esta región con más población y construcción”, afirmó, citado por la agencia oficial de noticias Irna. Pero no aclaró cómo ni dónde.