Dos líneas de investigación buscan recuperar y reproducir especies nativas de flores y plantas tapizantes con potencial ornamental para plazas y parques, aportando belleza con un objetivo sustentable y un vínculo más estrecho con la biodiversidad local. Las iniciativas están en marcha en el Centro de Investigaciones y Estudios en Diversidad Vegetal (Ciedive) de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Jujuy.
Samuel Gaspar, ingeniero agrónomo y docente de la cátedra de Botánica Sistemática y Fitogeografía en la Facultad de Ciencias Agrarias (FCA) de la Universidad Nacional de Jujuy, está al frente de ambos proyectos y los desarrolla con un equipo en el Centro de Investigaciones y Estudios en Diversidad Vegetal (Ciedive) en la citada unidad académica de la Unju, que funciona desde hace varios años.
El primer proyecto que dirige se centra en evaluar y propagar plantas nativas con potencial ornamental para los espacios verdes del Valle de Jujuy.
Planteó que los árboles nativos están representados y están en las plazas. Son el lapacho y el palo borracho, árboles nativos que están presentes en los espacios verdes, pero en lo que respecta a hierbas y arbustos nativos, dijo que no han sido incorporados en el diseño del paisaje de espacios verdes. "Entonces lo que buscamos es irnos para las nativas. Evaluamos nuestras nativas, nuestros arbustos y las cultivemos, las propaguemos, evaluemos cultivo para luego ver qué posibilidad tienen de ser incorporadas en los espacios verdes. La idea es integrar las nativas al diseño del paisaje", dijo.
Entre los resultados preliminares se destacan especies como la "viguiera" (género Aldama) y la "Condea floribunda", un arbusto de abundante floración que atrae gran cantidad de abejas y abejorros. "Esto es fundamental, los espacios verdes también deben funcionar como refugios para la fauna silvestre. Incorporar nativas ayuda a que los insectos polinizadores encuentren corredores biológicos en medio de la 'selva de cemento' que se extiende desde San Salvador hasta Palpalá, Yala y Reyes", precisó.
Destacó que las nativas ofrecen ventajas ambientales y económicas, ya que al estar adaptadas al clima local, requieren menos riego y cuidados. "Muchas crecen de manera espontánea en condiciones adversas, entre escombros o al costado de la ruta. Ese es nuestro primer criterio de selección, identificar las que prosperan en superficies duras o degradadas", detalló. El segundo criterio de selección es su atractivo ornamental. Luego aplicarán una grilla de diez parámetros ecológicos y botánicos que les permita dar un puntaje y seleccionar las más prometedoras.
El trabajo incluye salidas de colecta de semillas y esquejes, propagación en vivero y ensayos en espacios verdes. "Una especie cultivada no siempre se comporta igual que en su hábitat natural. Por eso probamos cómo se adaptan en plazas y parques. Ya comenzamos la colecta de semillas de otoño y en diciembre-enero repetiremos el muestreo para contar con especies que florezcan a lo largo de todo el año", agregó.
El investigador sostuvo que hay antecedentes valiosos en el país como Mendoza, que en 2023 fue declarada Ciudad Verde gracias a su política de trabajar con plantas nativas en los espacios públicos, única del país. Estimó que ese es el camino, pensar en ciudades más verdes, sustentables y amigables con el ambiente pero reconoció que requiere tiempo y trabajo en equipo, pero es posible.
El proyecto cuenta con un equipo integrado por ocho estudiantes de Ingeniería Agronómica, 4 egresados y 3 docentes de la FCA, quienes comparten el objetivo,
Además, Gaspar está finalizando su tesis de maestría en Floricultura en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora y el Instituto de Floricultura del Inta Castelar, investiga la domesticación de especies jujeñas con potencial ornamental, como el género Peperomia, plantas de sotobosques que podrían utilizarse como ornamentales de interior en maceta.