Cuando la conexión entre generaciones se realiza, el fortalecimiento de vínculos es posible gracias al encuentro personal.
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Cuando la conexión entre generaciones se realiza, el fortalecimiento de vínculos es posible gracias al encuentro personal.
Y una idea que se llevó adelante para compartir, abrazó desde la sensibilidad al grupo de jóvenes "Impacto Juvenil", perteneciente a la iglesia evangélica "Asamblea de Dios" de Los Molinos.
Es que el amor fraternal se hizo visible a través de la compañía mutua y la iniciativa de visitar el centro de día para personas mayores "Ñocanchi", que se cumplió con alegría. La actividad constó en disfrutar de una jornada con interacción y energía entre jóvenes y adultos mayores.
El propósito fue compartir un desayuno disfrutando de bizcochuelo de vainilla y aros de naranja elaborados por los mismos integrantes del grupo solidario.
Luego, la diversión se materializó ya que se realizaron juegos recreativos con equipos conformados por los jóvenes y las personas mayores, en los que todos lograron participar.
Así también, las acciones fueron pensadas para que la intervención sea genuina, tal fue así que las risas se hicieron cómplices en la carrera de globos, dónde afirmados en un círculo, el globo debía pasar de mano en mano hasta completar la ronda y ganaba el equipo que concretaba un total de cinco vueltas.
En otros de los juegos, la consigna era embocar pelotitas en aros para activar la motricidad fina y, además, mediante el mensaje corporal, interpretar una variante del teléfono descompuesto pero con movimientos.
Una vez finalizada la recreación, hubo un tiempo donde primó el intercambio de experiencias y las personas mayores compartieron sus historias de vida e inquietudes en conversaciones. En tanto, dos de los asistentes al centro de día compartieron canciones ejecutando sus guitarras para el deleite de los presentes. Así, la jornada fue espectacular gracias a una muestra de habilidades artísticas de los adultos mayores que desplegaron un popurrí de valses y el tema "Eterno amor" de Los Manseros Santiagueños.
Para la despedida, los jóvenes hicieron entrega de unos regalitos a modo de recuerdos de un día sumamente enriquecedor, que reconfortó almas y alegró corazones.
La idea surgió de los mismos jóvenes, que ya propusieron desarrollar la campaña de brindar ropa de abrigo, café y alimento a las personas en situación de calle; y que, en esta oportunidad, quisieron dedicar un tiempo de calidad a las personas mayores.
Fue una experiencia donde se manifestó el amor genuino de ambas partes.
Trabajo previo
Importante es resaltar que hubo un trabajo previo del grupo con la coordinadora de los centros de día, donde se informó sobre los alimentos que se podían llevar y el tipo de actividades que se podían desarrollar con la finalidad de no ser invasivos, ni alterar la planificación nutricional que maneja la institución.
Al final, grata fue la experiencia que se expone desde el grupo solidario porque la apuesta en Jesús es también lo que se quiere reflejar en la empatía hacia el prójimo. Entre jóvenes y adultos mayores, quedó el compromiso del reencuentro para más adelante, luego de visitar otras instituciones y continuar fomentando el espíritu altruista.
