Quince jujeños ofrendaron su vida en la Gesta de Malvinas. Doce fallecieron durante el hundimiento del Crucero "General Belgrano", el 2 de mayo de 1982, y los tres restantes, en enfrentamientos acaecidos en las islas durante la guerra contra Gran Bretaña.
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Quince jujeños ofrendaron su vida en la Gesta de Malvinas. Doce fallecieron durante el hundimiento del Crucero "General Belgrano", el 2 de mayo de 1982, y los tres restantes, en enfrentamientos acaecidos en las islas durante la guerra contra Gran Bretaña.
Ellos son Humberto César Alemán, Omar Andrés Chaile, Héctor Diez Gómez, Raúl Aristóbulo Farfán, Teodoro Laguna, Justo Eustaquio Mamani, Antenor Sajama, Ramón Elías Zalazar, Roberto Enrique Sancho, Jorge Rubén Torres, Roberto Úzqueda, Fernando Fabián Zarzoso, Miguel Ángel Ávila, Héctor Rubén Oviedo y Ángel Fidel Quispe.
En el libro "Malvinas en primera persona", de la periodista de nuestro diario Laura Ballatore, se relata la historia de cada uno de ellos.
Humberto César Alemán, nacido el 4 de junio de 1963 en el paraje Obra, cercano a Manantiales, esperaba con ansias unos días de licencia para poder volver a la provincia y asistir al cumpleaños de su novia. Y su sueño no puedo cumplirse porque el 2 de mayo el navío en el que estaba embarcado, el Crucero "General Belgrano", se hundía tras ser torpedeado por un submarino inglés.
En el buque también estaban Omar Andrés Chaile -nacido el 19 de septiembre de 1962 en Calilegua, departamento Ledesma- un muchacho muy trabajador, siempre preocupado por sus hermanos menores, y apegado a sus abuelos maternos que lo llevaron a vivir a Reyes, donde transcurrieron sus últimos días antes de presentarse a cumplir con el servicio militar obligatorio.
Héctor Diez Gómez, que era muy alegre y divertido, formaba parte de la dotación del buque y tampoco sobrevivió al naufragio al igual que Raúl Aristóbulo Farfán, nacido el 8 de octubre de 1963 en San Salvador de Jujuy, cuyos primeros años de vida transcurrieron en Ocloyas.
Teodoro Laguna, nacido el 9 de noviembre de 1963, en El Aguilar, departamento Humahuaca, trabajaba como cartero, cantinero y personal de limpieza en el Hotel de Turismo y la terminal de ómnibus de Humahuaca. Quería ser militar y los deportes -sobre todo el fútbol, básquet y boxeo- eran su pasión. Él tampoco volvió y sus padres -doloridos por la tragedia- abandonaron la finca que tenían en Casa de Grande, cuya escuela en la actualidad lleva el nombre de Laguna.
Justo Eustaquio Mamani nacido el 2 de noviembre de 1947 en Abra Pampa, cuando ingresó a la Armada pudo cumplir el sueño de conocer el mar. Se había formado en la Escuela de la Armada y tenía un hijo. Dos de sus trajes de gala se exhiben en el Museo "Leopoldo Abán", de la Capital de la Puna.
Mientras tanto, Antenor Sajama, nacido el 12 de agosto de 1963 en el paraje de Huichaira, departamento Tilcara, amaba el campo, los paseos a caballo y el fútbol. Antes de embarcarse escribió una hermosa carta a su padre que aún conservan sus hermanos como un preciado tesoro. En el cementerio de Huichaira la familia hizo construir una réplica a escala del crucero, para poder depositar flores y encender velas en la memoria del héroe jujeño.
Ramón Elías Zalazar, nacido el 25 de febrero de 1963 en San Pedro de Jujuy, jugaba al fútbol, era muy trabajador y cariñoso. Cuando fue convocado al servicio militar se dedicaba al comercio con su padre.
Roberto Enrique Sancho, nacido el 12 de abril de 1963 en San Pedro de Jujuy, era muy dado, divertido, adoraba escuchar música y compartir momentos con su familia. Antes de embarcarse en el Crucero Belgrano pudo celebrar su cumpleaños con sus amigos –también soldados conscriptos- y hablar con su amada madre.
Jorge Rubén Torres, nacido el 29 de agosto de 1963 en Libertador General San Martín, disfrutaba de paseos en bicicleta, el fútbol y la paleta; mientras que Roberto Úzqueda, nacido el 16 de octubre de 1963 en Libertador General San Martín, se ganaba la vida como cadete, sirviendo café a los empleados de las oficinas de la entonces Agua de los Andes.
Fernando Fabián Zarzoso, nacido el 26 de marzo de 1963, era muy un buen estudiante y con muchos proyectos, sobre todo solidarios y vinculados a la niñez.
Todos ellos eran tripulantes del Crucero ARA "General Belgrano" que fue atacado el 2 de mayo de 1982 por el submarino nuclear inglés HMS "Conqueror" en momentos en que navegaba a 35 millas al sur de la zona de exclusión determinada por Gran Bretaña alrededor de las Malvinas.
Combate en las islas
Durante la guerra por la soberanía del archipiélago del Atlántico Sur, los jujeños Miguel Ángel Ávila, Héctor Rubén Oviedo y Ángel Fidel Quispe fallecieron en incidentes en las islas.
Ávila, nacido el 7 de noviembre de 1960, en Coronel Arias, departamento El Carmen, fue uno de los primeros soldados en pisar las Islas Malvinas, tras su recuperación en 1982. Así fue que el mismo 2 de abril intervino en el primer enfrentamiento con las tropas inglesas, del que salió ileso. El 28 de mayo, durante el Combate de Darwin, no tuvo la misma suerte y perdió la vida al ser alcanzado por una esquirla que le impactó en la cara. Sus compañeros de trinchera le atribuyen una gran valentía en aquel suceso, al asegurar que ofrendó su vida para salvar la de sus soldados.
Héctor Rubén Oviedo, nacido el 8 de marzo de 1963 en San Salvador de Jujuy, el 2 de abril de 1982, como grupo comando, participó de la recuperación de las Islas Malvinas en Darwin, donde precisamente halló la muerte el 28 de mayo durante uno de los combates más cruentos de la guerra.
Ángel Fidel Quispe, nacido el 26 agosto de 1958 en Sansana, departamento Yavi, falleció un día antes de que concluyera la guerra. El 13 de junio, a primera hora, la unidad en la que revistaba Quispe recibe fuego de la artillería enemiga que daña la red de comunicaciones. Por esta razón, recibe la orden de desempeñarse como estafeta y pasado el mediodía, mientras regresaba de entregar datos de tiro a la batería, un proyectil lo alcanza, provocándole la muerte en forma instantánea. Sus restos descansan en el cementerio de Darwin, en las Islas Malvinas.