La tormenta veraniega de la tarde no espantó ayer a los integrantes de las distintas comparsas que año a año eligen las márgenes de la ruta nacional Nº 9 para realizar el desentierro del carnaval. Más bien duplicó su energía y allí estuvieron junto a sus mojones divirtiéndose a lo grande.
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La tormenta veraniega de la tarde no espantó ayer a los integrantes de las distintas comparsas que año a año eligen las márgenes de la ruta nacional Nº 9 para realizar el desentierro del carnaval. Más bien duplicó su energía y allí estuvieron junto a sus mojones divirtiéndose a lo grande.
Fue el caso de los "Wasabi", una comparsa familiar de 7 años, originada por las familias Valencia y Flores que residen en los barrios Coronel Arias y Alto Comedero. Compartieron el rito con invitados y también conocidos llegados del sur del país. El 8 realizarán el almuerzo y el entierro.
Un poco más allá, la comparsa "La Obrera de Cieneguillas" dio la bebida a la Pachamama y pidió por salud, trabajo y sobre todo que les vaya bien durante todo el año. Después de bailar con una banda en vivo, portando el diablito, empezaron con los preparativos para viajar a Cieneguillas donde hoy realizarán el topamiento con "La Obrerita". La agrupación tiene más de 65 años, siendo la fundadora Trinidad Gutiérrez y el presidente Omar Bautista junto a su señora. Entre residentes y simpatizantes rondan las 70 personas.
Desde barrio Mariano Moreno dos comparsas desplegaron toda su alegría. Por un lado "Juventud, Alegría y Amistad" con 35 años de existencia desde la calle Estados Unidos, que tiene previsto realizar un baile aniversario y el martes definirá si efectúa el entierro el sábado o el domingo.
Mientras que "Los Alegres Caporales" de la calle Colón ya llevan 39 años de tradición y en la víspera bailaron sin descanso en un vistoso pasacalles. Después de chayar el diablito, siguieron más momentos de animación que se reeditarán el fin de semana.