El 17 de noviembre, Día de la Militancia Peronista, no solo conmemora el trascendental regreso del General Juan Domingo Perón a la Argentina en 1972 tras 17 años de exilio, sino que se erige hoy como ayer como un llamado a la unidad y la cohesión dentro del movimiento. Aquel histórico retorno, materializado por la incansable lucha de la militancia bajo la consigna "Luche y Vuelve", demostró que la lealtad al proyecto nacional y popular y la capacidad de dejar de lado las diferencias internas son la clave para la victoria y la restitución de los derechos populares. La imagen de la "Columna vertebral" del movimiento unida fue el factor determinante para superar la proscripción y el exilio.
El valor central que se extrapola de aquel momento histórico a la actualidad es, precisamente, la necesidad ineludible de la unidad para hacer frente a los desafíos contemporáneos. La militancia de 1972 enseñó que, frente a la adversidad y los intereses contrarios, la fuerza del peronismo reside en su amplitud y en la capacidad de sintetizar las distintas vertientes en un proyecto común de justicia social, soberanía económica e independencia política. Hoy, en un contexto político y económico complejo, el legado del 17 de noviembre obliga a los distintos sectores del peronismo a priorizar la visión estratégica colectiva por encima de las disputas internas.
La reflexión actual sobre esta fecha debe enfocarse en cómo la disciplina, la lealtad al pueblo y el compromiso desinteresado de aquella generación pueden inspirar la acción política de hoy.
La militancia peronista contemporánea tiene la tarea de tomar esos valores fundacionales y aplicarlos para construir un futuro de mayor igualdad. Hay que recuperar las banderas fundamentales de la la Justicia Social, la Independencia Económica y la Soberanía Política como capacidad innegociable de la nación para autogobernarse.
La enseñanza es clara: solo con la unidad de concepción y de acción, y con la vista puesta en las grandes mayorías, el movimiento podrá reeditar la gesta de 1972 y seguir siendo la herramienta transformadora de la Argentina.
Y en Jujuy, la necesidad es la misma hoy que la del 72, la unión que permita fortalecer al peronismo jujeño donde todos los compañeros y compañeras puedan ser escuchados para así terminar con la división interna y el intervencionismo que tanto daño le hace al movimiento peronista.