Jesús María inaugura su campo de jineteada con arena: los motivos. El Festival Nacional de Doma y Folklore de Jesús María está listo para volver a iluminar las noches de enero y comenzar con su 59° edición, que se llevará a cabo del 9 al 19 de enero. Este evento único, que combina la pasión por las tradiciones gauchas con lo mejor de la música argentina, promete ser nuevamente uno de los mayores atractivos culturales del verano.
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Jesús María inaugura su campo de jineteada con arena: los motivos. El Festival Nacional de Doma y Folklore de Jesús María está listo para volver a iluminar las noches de enero y comenzar con su 59° edición, que se llevará a cabo del 9 al 19 de enero. Este evento único, que combina la pasión por las tradiciones gauchas con lo mejor de la música argentina, promete ser nuevamente uno de los mayores atractivos culturales del verano.
A lo largo de 10 noches, el predio de la Sociedad Rural de Jesús María se convertirá en un escenario de grandes competencias de doma, folclore y una variada oferta musical para todos los gustos.
El evento en el mítico Anfiteatro José Hernández, y desde la organización del evento compartieron cambios e información importante.
Ya no habrá césped en el campo
La tradicional jineteada del Festival Nacional de Doma y Folklore de Jesús María, experimentó un cambio significativo este año. Históricamente, el Campo de la Jineteada, escenario donde se lleva a cabo la doma, estaba completo de césped, pero a partir de este año contará con una base de arena.
La nueva pista de arena, donde se realizarán 75 montas por noche, está diseñada para proporcionar un mejor agarre y reducir el riesgo de accidentes durante las competencias.
Este cambio, responde a una necesidad de mejorar la estabilidad de los jinetes y de los caballos, ya que el césped se volvía resbaladizo con el uso, especialmente con el transcurso de las noches del Festival, por eso ahora se colocó una capa más amplia y pareja de arena.
Juan López, presidente del Festival, destacó que esta decisión busca priorizar la seguridad y el bienestar de los participantes y sus animales. “Hemos decidido renunciar a esa foto inaugural del campo todo verde, en aras de lo que es la seguridad de los jinetes y los animales que se utilizan para la jineteada”, remarcó.
Más de 750 montas
Durante las 10 jornadas festivaleras se realizarán 75 montas por noche como parte del Campeonato Nacional e Internacional de Jineteada, que es el máximo certamen del país.
A esto se suman otras seis del Campeonato Jinete del Festival, que es otra competencia paralela, pero este año, como ocurrió en 2024, en la última noche se llevará a cabo el “Desafío Color y Coraje”, con 54 montas adicionales.
En esta última prueba participan los cinco mejores competidores de cada categoría del Campeonato Nacional, los tres mejores del “Jinete del Festival” y, además, se invita a unos 20 montadores destacados de todo el país, que no participaron en las instancias clasificatorias que se van realizando en las provincias.
En total, López estimo que participarán en total unos 190 jinetes, que “son los mejores del país” y siempre deslumbran a Jesús María con su destreza, ahora, sobre la “arena”.
Casco: por ahora opcional
Desde el Festival de Doma y Folklore aseguraron que aún están en una etapa de “transición”, pero en el corto plazo, el uso del casco protector para los jinetes será de uso obligatorio.
Hace algunos años se avanzó bastante, pero luego, por problemas de logística y costos, todo quedó cajoneado.
Los montadores que quieran utilizarlo, pueden hacerlo, pero aquellos que decidan prescindir de él, también tienen vía libre para participar del campeonato.
López explicó que el casco debe ser personalizado, como ocurre con los de motocicleta, dado que no pueden quedar grandes o “bailar” en la cabeza, dado que esto puede ser más peligroso que no tenerlo colocado.
Cada uno de estos cascos para la monta tiene un costo aproximado de unos 400 dólares, por lo que los jinetes que quieren usarlos los van adquiriendo cuando sus posibilidades económicas lo permiten. La mayoría de ellos trabajan como empleados rurales y no cuentan con los recursos necesarios, comprenden desde la organización del festival.