El incesante avance de las aguas sobre la defensa del río Grande del pasado sábado ha sumido en la zozobra a los vecinos del barrio Belgrano. El temor a un posible derrumbe de sus casas les impide conciliar el sueño ya que el caudal se acrecienta con las intensas lluvias.
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El incesante avance de las aguas sobre la defensa del río Grande del pasado sábado ha sumido en la zozobra a los vecinos del barrio Belgrano. El temor a un posible derrumbe de sus casas les impide conciliar el sueño ya que el caudal se acrecienta con las intensas lluvias.
Están en un lugar no apto para vivir en barrio Belgrano y ahora piden ayuda. La defensa del río Grande, que fue socavada por el intenso torrente, es una de las paredes de sus precarias viviendas, que se inundaron días pasados.
Esta situación pone en riesgo a decenas de viviendas, cuyos habitantes claman por una solución urgente de las autoridades. Los mismos se movilizaron ayer hasta Casa de Gobierno y Recursos Hídricos en la cual presentaron una nota con material fotográfico para exponer su presente en uno de los barrios con más necesidad de la capital jujeña.
El Tribuno de Jujuy recorrió el lugar para observar el daño provocado por los embates del río Grande. Marta Puca, una residente de la zona afectada, relató con angustia la crítica situación que vivió en la madrugada del sábado. "Tuvimos un gran susto, manejamos un estrés grande porque no se puede volver a vivir esto. Cuando pasó todo estábamos a oscuras porque se había cortado la luz, era un peligro", sostuvo y agregó que "no tenemos otro lugar para ir a vivir. Necesitamos otro espacio para irnos del lugar, por eso solicitamos al gobierno que venga a ver nuestra situación que es terrible, no se puede vivir así, tengo mis dos hijos, uno de 21 y otra de 7 años viviendo en esta casa".
Luego, la mujer agradeció la solidaridad del momento de los vecinos que ayudaron en la autoevacuación. "Tuve que sacar mis cosas para trasladarlas a un vecino, hace 25 años que vivo aquí y es la primera vez que sucede algo, entre nosotros nos estamos ayudando, el sábado vinieron personal para sacar las cosas pero nada más, teníamos a disposición un camión para lleva las cosas pero no tenemos donde ir", expresó angustiada.
La familia de Zulema Sosa también sufrió importantes daños materiales. "Mi vivienda también está afectada como mi vecina. Nos pegamos un susto, somos una de las familias más perjudicadas porque perdimos el patio y el baño y duchas, no podemos pasar al fondo, es un peligro porque en cualquier momento se derrumba, no tenemos agua", contó.
La vecinalista es optimista y espera una respuesta efectiva porque "cada vez se está cediendo más aunque lo hayan llevado al río para el otro lado, quedó un poco de agua y eso hace que se sigan rajando las paredes de las casas.
El barrio, a la altura de avenida 1º de Mayo, no solo está siendo afectado por la delincuencia sino que también sufre la falta de agua. "No tenemos agua, vivimos tanto tiempo sin agua, no puede ser que pasemos esta situación, hicieron grandes obras en el barrio como el ascensor y no pudieron darnos una solución al tema, a veces tenemos que sacar agua de la lluvia, es una queja que necesitamos una pronta solución", señaló.
Asimismo, Marta Quintana fue una de las vecinas que advirtió de la situación a Recursos Hídricos. Ella misma presentó nota y aportó material fotográfico del estado de la defensa hace una semana. "Yo fui a Recursos Hídricos para advertir que desvíen el río, yo también temo a lo que podría llegar a pasar con esto. Escuché decir a un comisario que esto se debe a la construcción de casas y eso es mentira, el tema que hay una curva que hace el golpe del río hacia la defensa por eso hubo esta desgracia".
Por último, Mónica Soruco, otra vecina del lugar, manifestó que "fuimos a Recursos Hídricos y nos dijeron que lo único que se pueden hacer es desviar el río y luego ver si pueden amontonar tierra para dejarla a la par de la defensa. Al quedar agua en la defensa sigue drenando el agua y ablandándose todas las casas".