Escribir sobre el Reino de Bahrain es introducirse en el Medio Oriente y embeberse de una cultura que entrelaza Arabia Saudí y Qatar. Una experiencia plena en un paraíso que atrapa a la mirada más esquiva. Elegir este lugar para vacacionar es lo que optó Florencia Santillán, una jujeña que desde el año 2020 fue cautivada por este suelo, en el que hoy reside y que es la atrapante nación que le ofreció un hogar.
inicia sesión o regístrate.
Escribir sobre el Reino de Bahrain es introducirse en el Medio Oriente y embeberse de una cultura que entrelaza Arabia Saudí y Qatar. Una experiencia plena en un paraíso que atrapa a la mirada más esquiva. Elegir este lugar para vacacionar es lo que optó Florencia Santillán, una jujeña que desde el año 2020 fue cautivada por este suelo, en el que hoy reside y que es la atrapante nación que le ofreció un hogar.
Inmersa en un presente que jamás se hubiera imaginado vivir, considera una gran aventura el haber llegado hasta allí.
Pero, la historia de esta docente se inició cuando desde muy pequeña emprendió el camino de la danza y logró formarse como profesora de Artes.
Trabajó en el nivel primario de la Escuela Municipal 1 "Marina Vilte" y, en sus vacaciones, decidió ir a conocer Bahrain. "No estaba sola, en ese momento mi hermana vivía aquí y la vine a visitar. Llegué el 13 de marzo y a los días, se declaró cuarentena y cierre de fronteras en todo el mundo", comentó Santillán que, como todos, atravesó un momento difícil; pero en su caso, fue pasando el tiempo donde sin poder trabajar y; sin saber inglés, todo fue cuesta arriba. "Yo no tenía trabajo, ella tampoco. En cuanto a mi inglés, sólo había estudiado dos meses antes del viaje, pero comunicarse es otra cosa. Al principio, dependía de mi hermana", explicó Santillán para quien fue un shock vivir esta situación límite en un país que prácticamente desconocía.
Pero la unión hizo la fuerza y ambas hermanas se abrazaron en la lucha por enfocarse en progresar y en salir adelante.
La iniciativa que pensaron fue trabajar con las redes sociales, produciendo contenido para marcas de restaurantes y pizzerías.
La fe en Dios estuvo presente a cada instante por lo que superar esta dificultad, dentro de todo, les resultó fácil. "Fui aprendiendo con ella y para no dejar de entrenar, me fui a un gimnasio donde me manejé mejor con el idioma", destacó la única jujeña de aquella isla.
Al conocerla más, las personas se interesaron por aprender el español como idioma y entonces surgió en ella la posibilidad de dictarlo en clases dentro de encuentros a fin de practicar.
"El idioma oficial es el árabe, el inglés es el segundo. Pero aquí a la gente le encanta el español por eso después de organizar encuentros, puse una escuela de mi idioma Bahrain Spanish Club. Primero, fueron cuatro personas y mi idea fue ser creativa con la clase, que no sea como todas, sino interactiva para enseñar mediante frases", expresó Santillán.
El aprendizaje de sus alumnos fue mejorando a través de una metodología que implica significado y pronunciación.
"Tengo estudiantes de español que aprenden salsa y bachata; eso les ayuda, además forman parte de una comunidad latina por lo que son hispanohablantes. En los encuentros de intercambio los estudiantes se nutren al conectarse con nativos del lugar. Ahora tengo un equipo formado y estoy con clases on-line", comentó esta jujeña que les enseña a oriundos de Qatar, Medio Oriente, Inglaterra, Arabia Saudí; y de nuestro país, Argentina.
Hoy disfruta de un presente prometedor, aunque el proceso no fue nada fácil, porque extrañar a la familia se torna complicado de sobrellevar.
No obstante, abierta a comprender la cultura árabe, se mostró feliz al abrir su mente y vivir cada momento a mil. "En general se tiene la idea de que la mujer está reprimida en países de Medio Oriente pero en Bahrain, no es así. Es una isla chiquita que en una hora y media se puede recorrer entera y los árabes son abiertos", explicó la docente que se sorprende con el fervor que sienten los árabes con todo lo relacionado a Argentina.
Es que les resulta interesante desde Messi, el fútbol hasta el mate y la locura que conlleva ser argentino en cualquier lugar del mundo.
"Pude conocer a árabes, estadounidenses, indios, colombianos, venezolanos, cubanos y filipinos, entre muchas personas con sus culturas. Los árabes tienen la costumbre de comer en el piso y con la mano; eso lo vivo ya como algo normal", dijo quien logró adaptarse a estar rodeada de agua azulada en medio del desierto. "A ser una isla artificial, ellos -árabes- crean todo. Por el clima es difícil que crezca pasto verde, pero si quieren que haya, lo hacen crecer", contó.
En este momento, está iniciando el verano en Bahrain y las temperaturas extremas llegan a cerca de los 55ºC que son difíciles de soportar, por eso se debe recurrir al aire acondicionado. Para Florencia Santillán resulta toda un suceso vivir en este país que la recibió con las manos abiertas y en el que progresa sin dejar de sentirse jujeña y extrañar su infancia en la Escuela 79 "Estanislao Severo Zeballos", ni el barrio Juan Ignacio Gorriti o su adolescencia en el Colegio Polimodal 3, donde fue abanderada.