25 de Junio,  Jujuy, Argentina
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La talabartería, un creativo oficio de origen campero

El artesano jujeño Adrián Ríos compartió los secretos de una labor que aprendió gracias a su tío Aldo Peñalva.
Viernes, 31 de mayo de 2024 01:00
ADRIÁN RÍOS | EL ARTESANO TALABARTERO QUE OFRECE SUS TRABAJOS CON GRAN DEDICACIÓN.

Como una reliquia del mundo antiguo, la talabartería mantiene su esencia a través del tiempo, gracias a la labor artesanal que alguna vez realizaron en los pueblos asiáticos.

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Como una reliquia del mundo antiguo, la talabartería mantiene su esencia a través del tiempo, gracias a la labor artesanal que alguna vez realizaron en los pueblos asiáticos.

La adaptación a nuestra cultura de este tradicional oficio, se refleja en la faena característica del campo; allí donde es notable el trabajo en cuero, material con el que se realizan los accesorios y complementos gauchos que se dejan ver a través de una interesante propuesta.

Adrián Horacio Ríos es un talabartero que con una impronta especial, se desempeña en esta tarea desde hace diecisiete años cuando su tío Aldo Peñalva de Las Capillas, lo inició en el camino.

"Desde que era chico, me acuerdo que mi tío y luego Juan Flores me enseñaron a manejar el cuero. Empecé con una vaina para machete", expresó Ríos sobre este oficio que le abrió diferentes posibilidades en este campo. Con el pasar de los años y gracias a "La huella gaucha", logró especializarse y -gracias a los libros acerca de la temática- encontró su lado más creativo.

En su historia como artesano talabartero logró efectuar billeteras, cintos, vainas y accesorios para sombreros, todos con un estilo particular; buscando hacer la diferencia. "Empecé de a poco a hacerme conocido, primero vendiendo a mis familiares, después en las ferias. Ahí la gente me iba conociendo. Yo sólo utilizaba herramientas básicas", explicó este jujeño que valora conocer los secretos de un material tan noble como el cuero. Es que la maleabilidad y los colores de la materia prima, son algunas de las características más versátiles. "Es lindo trabajar como talabartero, hasta relieves se pueden hacer con cinceles para que queden los relieves en la pieza final", explicó. Por ello, el valor de lo artesanal es único para Ríos a quien le produce grandes satisfacciones y una superación personal, saber desenvolverse en este rubro. "Si bien es un oficio que se hereda, como mi caso; también se aprende y se mejora con el tiempo. Los libros y cursos ayudan y se puede lograr", finalizó.

 

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