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25 de Junio,  Jujuy, Argentina
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Despertó a la vida luego de estar 45 días en coma

Edgardo Rolón compartió cómo es sobrellevar, con gran fortaleza, lo vivido tras un siniestro vial.
Miércoles, 04 de diciembre de 2024 01:02
EDGARDO ROLÓN | COMPARTIÓ SU HISTORIA COMO UNA EXPERIENCIA QUE LO AYUDA A EVOLUCIONAR PERMANENTEMENTE.

Con una lucidez admirable y la observación atenta hacia su entorno, Edgardo Andrés Rolón se mostró feliz y agradecido a la vida antes de compartir lo que le tocó atravesar diecisiete años atrás.

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Con una lucidez admirable y la observación atenta hacia su entorno, Edgardo Andrés Rolón se mostró feliz y agradecido a la vida antes de compartir lo que le tocó atravesar diecisiete años atrás.

Es que desde la experiencia que traspasó, reflexionar sobre la existencia le reveló que vale el esfuerzo y el sacrificio si la recompensa es despertarse y contemplar todo lo que coexiste. Así, en sus ojos se descubre el deseo de motivar a más personas a considerar la vida como un regalo divino que se debe cuidar con amor.

La historia de este muchacho que hoy tiene treinta y tres años, cambió para siempre desde el año 2007, tiempo en el que un siniestro vial en su motocicleta le enseñara a sus dieciséis, que en distintas circunstancias se debe esperar lo inesperado, en cualquier momento. "A raíz del accidente tuve un traumatismo de cráneo por lo cual tengo hemiparesia y alteraciones cognitivas", comenzó describiendo su situación Edgardo Rolón, un luchador que se propuso no dejarse vencer y se armó de voluntad para salir de este estadio. Gracias a sus ganas para estar mejor, tuvo que atravesar un camino de pruebas en rehabilitación. Desde utilizar una silla de ruedas, luego pasar a otro nivel con la ayuda de un bastón, hasta comenzar una rutina de actividad autónoma que se emociona al recordar, se indujo en un gran proceso a nivel orgánico como muestra de la grandeza que -él siente- forma parte para poder respirar el aire y sentir el sol en su piel. Es que ser una persona con discapacidad adquirida, no implica derrumbarse ante una circunstancia "x", sino revisar de qué manera se puede resolver aquella situación para dar vuelta la página y evolucionar.

Inició un camino nuevo con cambio de conciencia incluida, donde se animó a retomar sus estudios. Se inscribió en la escuela nocturna y la pudo terminar. "Por mi entusiasmo y las ganas que le puse al estudio, terminé siendo escolta y, por un tiempo, abanderado en la escuela nocturna en el Bachillerato 6", destacó. Pero su intención siempre fue seguir creciendo en sabiduría y continuó su formación de nivel terciario. "Primero estudié secretariado contable con computación y después de eso hice mecánica del automotor en la Conet, me recibí y estudié instalación eléctrica domiciliaria, también", comentó.

Después trabajó con una pasantía laboral en una heladería reconocida, como capacitador escolar y ahora integra el grupo del Club Luján Inclusivo. La experiencia de haber transcurrido una etapa difícil, fue de gran enseñanza y estimulación para Rolón porque una fractura de cráneo, le cambió la vida pero él no dejó de reconstruirla a base de perseverancia y trabajo personal. "He perdido un 98% de sangre en el momento del impacto, luego estuve en coma por cuarenta y cinco días", indicó el joven que reinició su vida tal cual un bebé.

Al salir del coma, se restableció desde el sentarse y recobrar fuerzas en los músculos del cuerpo, con el ánimo predispuesto para hacer fisioterapia, levantarse y aprender desde su vivencia, encontrando luz a partir de una tragedia. "Caminé con dificultad por las mismas secuelas y me costó de uno a dos años recuperarme bien.

En medio de la rehabilitación, me encontraba con compañeros de la primaria o secundaria, que me animaban a seguir. Cuando el médico autorizó a través de informes médicos de neurólogos que podía estudiar, lo hice y así lo logré", explicó. El incentivo mayor para sortear esta situación fue su familia, principal sostén emocional que le ayuda a ver todo de la mejor manera. Centrado en su realidad, sabe tener en cuenta sus límites y posibilidades, por lo que remarca el lado positivo en lo que percibe. Sin dudas, es una virtud saber aprender de la vida y tener la oportunidad de enseñar aquello tan preciado, a través del escenario que se plantea. "La actividad que me gusta es la caminata o el paseo y la lectura para ampliar conocimientos, ese es mi entretenimiento", confesó el muchacho quien sella su historia como un mensaje esperanzador para quien atraviese por lo mismo, pueda seguir adelante.

 

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