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Trabajar en Croacia le dio la fuerza para animarse a más

Víctor Albornoz es un joven jujeño que viajó a Europa para enriquecer su experiencia laboral y vivir nuevos momentos.
Lunes, 11 de noviembre de 2024 00:09
ISLAS CROATAS | VÍCTOR ALBORNOZ DISFRUTANDO DE UNA TARDE DE PASEO EN HVAR SPLITSKO - DALMATINSKA.

Con islas paradisíacas y una ciudad que es una joya en el medio de una geografía alucinante, Croacia cautiva la vista de cualquier visitante por sus atractivos turísticos, que son verdaderamente encantadores.

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Con islas paradisíacas y una ciudad que es una joya en el medio de una geografía alucinante, Croacia cautiva la vista de cualquier visitante por sus atractivos turísticos, que son verdaderamente encantadores.

En el país de Luka Modric, la actividad de la sociedad es movimiento constante cuando la temporada de verano es alta. Una efervescente estación veraniega que invita a contemplar paisajes llenos de magnificencia natural y colores inolvidables.

Inmensa en postales de puertos casi inmaculados, se encuentra la isla Hvar y su magnético balneario entre yates y ferris que se vinculan con las otras islas Pakleni.

Allí, en ese preciado lugar, el jujeño Víctor Albornoz arribó seis meses atrás para proyectarse en lo laboral y descubrir cómo la vida en otro continente, le abriría las puertas hacia nuevas experiencias.

HAY EQUIPO | EL JUJEÑO -3º DE IZQ A DER- Y COMPAÑEROS DE “FIG HVAR”.

Y el rubro que eligió para formarse fue el gastronómico. Gracias a una grata casualidad, aceptó la propuesta de viajar junto a su novia Daniela Romero y su hermano Fernando Albornoz. "Cuando llegó la oferta para trabajar en Croacia, estaba viviendo desde hace siete años en Tierra del Fuego y lo pensé bien, porque tenía mi rutina hecha. La decisión no fue fácil pero al final me animé", expresó Víctor Albornoz sobre su viaje realizado el seis de abril de este año.

La travesía desde Argentina hacia Europa fue con las emociones latentes y el sentimiento de querer descubrir un lugar nuevo en el Viejo Continente. "La primera escala fue Brasil, donde nos quedamos tres días en Río de Janeiro; después fueron tres días en Madrid y al destino llegamos el 16 de abril. Ya para el día 20, estábamos trabajando", comentó. El restaurante "Fig Hvar" fue el elegido para que el jujeño tenga la posibilidad de desarrollar su habilidad en la cocina. "Era todo impresionante, otra gente, otro ambiente. La ciudad croata de Split es algo que nunca había visto, por eso no la podría comparar con ninguna otra; hay muchísima gente en temporada alta", comentó.

GASTRONOMÍA EUROPEA | UN ALTO EN LA LABOR QUE LLEVÓ A CABO EN EL VERANO

Es que el alma cosmopolita de las islas croatas enamoró al joven que viajó para nutrirse de otros hábitos. "Desde abril hasta octubre se trabaja mucho. Aprendí todo desde el primer momento, éramos seis cocineros que nos ayudábamos para salir adelante", relató quien trabajó de 9 a 23 horas cada día. La especialidad del local comercial era pollo y cerdo; en desayunos la granola y lo veggie -vegetariano-.

EXTRAORDINARIA POSTAL PORTUARIA

En cuanto al idioma, la suerte jugó de su lado, porque junto a él los trabajadores eran argentinos, mientras que los camareros hablaban en inglés. "Me encantaría aprender inglés. En la isla hay bastantes restaurantes y bares que abren sólo en verano, todo es lindo y diferente a lo que conocía. Tuve la suerte de viajar, además; Italia y España son lugares únicos", comentó Albornoz, que disfrutó del trabajo para su superación personal, pero también de los atardeceres y paisajes que se inmortalizaron en sus retinas.

"Estando en Croacia se generaron contactos y me ofrecieron otras propuestas para Portugal y Andorra, en el mismo rubro", reveló. Las puertas se fueron abriendo junto al tiempo recreativo porque, en sus días libres, navegó en barco, realizó paseos y jugó al fútbol, como todo argentino amante de este deporte. "Conozco el mar de Tierra del Fuego pero es distinto al mar de Croacia. Extrañé la comida argentina, como el asado y las empanadas, porque sólo les gusta la pizza, la comida de mar y mucho pez. Pero de lo que no me privé fue de jugar al fútbol", contó.

MODRIC ES EL MESSI DE LOS CROATAS

Con veintinueve años cumplidos, Víctor Albornoz había soñado con conocer Brasil, pero Europa lo enriqueció en vivencias y en conocer más otras culturas, encontrando nuevas realidades. "Viajar te abre la mente, te hace tener otras perspectivas y te hace pensar distinto, porque hay que recibir todo lo que se presente y tomarlo como aprendizaje", indicó el joven que estudió en la escuela 144 "Víctor Mercante" y luego en la Escuela de Comercio 2.

Crecer en experiencia es lo que motiva a este jujeño a seguir adelante. Es que desde que era niño, se formó en el deporte de sus amores, en el Club Altos Hornos Zapla. Luego, por cuestiones del destino, a sus 21 años fue junto a sus hermanos a Tierra del Fuego para progresar y se desempeñó en una panadería. "Me adapté enseguida al trabajo, pero el clima sí me costó por el frío de Río Grande", dijo Albornoz sobre la ciudad a la que regresó, luego de tener una extraordinaria experiencia en suelo croata. "A quienes están en duda de viajar o no, les diría que se animen, que no tengan miedo y que lo bueno tarda en llegar pero que es algo increíble", reflexionó.

 

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