MARÍA E. MONTERO
La Antigua Jazz Band es historia. Es la historia de ellos y es la historia de la música que eligieron mostrar y hacer a lo largo ya, de más de cincuenta años.
Esta maravillosa formación es la que el viernes engalanó una vez más (porque no es la primera vez que viene), la sala mayor del Teatro Mitre, a la que sus músicos halagaron y nos recordaron que tenemos uno de los coliseos más bonitos del país, y más acogedores por su acústica y sus formas. Fue la última entrega de la 44º Temporada de conciertos del Mozarteum filial Jujuy.
Para ellos fue un placer tocar aquí, y para el público, un placer vibrar al ritmo de sus sones y anécdotas, de las historias que contaron, de la docencia que hacen al hablar de cada compositor elegido para interpretar.
El telón se abrió, y con luces blancas, el escenario mostraba a todos los integrantes que presenta de alguna manera, Pablo Scenna, uno de los miembros fundadores que permanece en la banda, y que durante el concierto será el encargado de las palabras, además de del banjo y la guitarra. Con esta última tuvo un momento en el medio de la presentación, con un solo que recordó la época más folclórica inicial, tradicional del jazz. Impecable.
Habló de composiciones inspiradas en pasos de baile, en personajes sin nombres, y hasta en estados de ánimo, como "No me porto mal" de Fats Waller. Las situaciones más sencillas pueden derivar en una pieza tan increíble como las que la Antigua Jazz Band lleva a escena.
También presentó al público, un instrumento originario de África que forma parte también de las músicas jazzeras, desde lo más tradicional como es el kazú, "que es simplemente una caña con un corte longitudinal, con un papel muy liviano, que al cantar dentro de la caña le confiere un sonido muy particular. Hay que cantar dentro del kazú", comentó Scenna y Rolando Vismara fue el encargado en esta parte de hacer sonar ese instrumento en un tema titulado "Cuando Erastus toca su viejo kazú".
Con estas historias explicadas, que hacen muy ameno el encuentro con la banda, Scenna presentó también "Soñador", y fue entonces que quedó casi solo en el escenario para hacerlo, porque "el jazz no comenzó de una manera orquestal, sino de manera solista y dentro de esos solistas, encontramos intérpretes de cazú, de la armónica, del banjo, y también de guitarra", comentó. Dentro de estos últimos destacó a Big Bill Broonzy, "que defendió hasta mediados del siglo XX toda la tradición musical", explicó el artista y ejecutó en la guitarra un potpurrí de este compositor.
Volvió la banda y continuó desarrollándose el repertorio estipulado. "Todo de mí", pieza de 1930 que tuvo muchas versiones a lo largo de todos estos años.
Gran parte del programa contiene composiciones de Duke Ellington y Charlie Johnson, y el músico conductor también habló de la relación de ambos, y su complementariedad en los años 30', aunque el segundo no grabó ni fue tan difundido como el primero.
Julio Juan, otro de los trece integrantes de esta maravillosa visita que cerró la temporada 44 del Mozarteum filial Jujuy, además de ser motivo de una de las anécdotas divertidas de la historia de la Antigua Jazz Band, fue quien advirtió de los elogios al Teatro Mitre.
Un nuevo momento de solos fue el de la tabla de lavar, otro de los instrumentos estrella en el jazz folclórico tradicional, que ejecutó Martín Parrilla, para hacer "El paso del tigre".
Y así, cada pieza elegida, cada autor elegido, fue debidamente presentado, con humor, con simpatía y carisma.
Finalmente, cabe mencionar el momento de la trombonista Agustina Ferro, la única mujer de la banda, que hozo un solo no sólo con su instrumento sino también cantando bellamente en inglés.
Sin dudas, una forma excepcional y placentera, muy grata para los miembros del Mozarteum Jujuy, de concluir este ciclo 2025.
La banda está integrada por Rolando Vismara, Sebastián Álvarez, Santiago Ayayú, Pablo Bacchetta, Leonardo Paez del Castillo, Martín Parrilla, Daniel Romano, Pablo Scenna y Facundo Torella.