La suspensión del cruce en chalanas entre Aguas Blancas y Bermejo, dispuesta desde las 8.10 de la mañana por la crecida del río tras las lluvias, dejó al puente internacional como único paso habilitado en la frontera norte salteña.
Sin embargo, la situación generó un escenario de desorden y falta de controles, ya que numerosas personas estarían cruzando sin respetar los turnos establecidos y sin realizar los trámites migratorios correspondientes. La concentración de gente y la ausencia de un flujo ordenado provocan demoras y complicaciones en el sector.
El aumento del caudal del río tornó peligrosa la navegación, motivo por el cual se mantiene el corte total del paso fluvial, aunque el movimiento fronterizo continúa de manera irregular por el viaducto internacional.
Mientras se monitorea la evolución del nivel del río, las autoridades insisten en la necesidad de respetar los controles, los turnos y las disposiciones vigentes, ante un contexto que genera preocupación por la falta de orden en uno de los principales pasos fronterizos de la provincia.
Así lo confirmó el interventor del municipio, Adrián Zigarán, quien explicó que el cierre del cruce fluvial coincidió con la llegada masiva de personas que se trasladan a Bermejo para realizar compras de fin de año. “Desde las 8 de la mañana está cortado el paso de Chalana, por lo tanto todos los visitantes que vienen a hacer las compras de último momento fueron al puente internacional”, señaló.
Zigarán detalló que el principal problema se genera en el funcionamiento del paso integrado, donde la Argentina dispone de personal suficiente para agilizar el trámite, pero del lado boliviano no ocurre lo mismo. “Argentina puede estar trabajando con cinco personas en Migraciones para procesar rápido, pero Bolivia no manda la cantidad de gente necesaria; a veces mandan uno solo. Eso vuelve lento a todo el sistema”, afirmó.
La situación se agravó por las condiciones climáticas. Según relató, había entre 400 y 500 metros de fila, con personas expuestas a una lluvia intensa. “La gente no estaba bajo el tinglado, sino bajo la lluvia. En un momento se masificó el cruce, pasaron corriendo y excedieron a la gente de Gendarmería que estaba controlando”, explicó.
El interventor advirtió además sobre las consecuencias migratorias de estos cruces irregulares. “Muchos no midieron las consecuencias. Si cuando vuelvan no está habilitada la Chalana, ingresan ilegalmente a la Argentina o van a tener que pagar una multa por haber salido del país sin hacer los trámites correspondientes”, sostuvo.
Zigarán remarcó que se trata de un problema recurrente cada vez que se interrumpe el paso fluvial. “Migraciones bolivianas no manda la cantidad de gente que se necesita hacia el puente. Por eso el Concejo Deliberante de Aguas Blancas le pide a Nación que separe el puesto y que no sea un control conjunto”, indicó.
Según explicó, la postura del Gobierno nacional es mantener el sistema integrado, aunque insistió en la necesidad de una mayor intervención diplomática. “Nación tiene la posición tomada de que el puesto conjunto va a continuar, pero nuestras cancillerías deberían exigir a Bolivia que disponga más personal, al menos en estos pasos fronterizos”, concluyó.