Siempre, en todos los deportes, hay victorias que se disfrutan más que otras. Los clásicos, por ejemplo, ocupan el primer lugar en estas preferencias. Pero también se encuentran rivales que se les quiere ganar por una derrota injusta previa, un mal arbitraje que perjudicó o declaraciones fuera de tono. Ahora bien, cuando se juega un torneo tan extenso como el de la Primera Nacional, enfrentar al líder, vencerlo y trepar a la punta, es una sensación única. La felicidad es inmensa.
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Siempre, en todos los deportes, hay victorias que se disfrutan más que otras. Los clásicos, por ejemplo, ocupan el primer lugar en estas preferencias. Pero también se encuentran rivales que se les quiere ganar por una derrota injusta previa, un mal arbitraje que perjudicó o declaraciones fuera de tono. Ahora bien, cuando se juega un torneo tan extenso como el de la Primera Nacional, enfrentar al líder, vencerlo y trepar a la punta, es una sensación única. La felicidad es inmensa.
Y ayer, en el estadio "23 de Agosto", Gimnasia se dio ese gustazo. Venció a su homónimo de Mendoza por dos a cero, le arrebató la cima de la Zona B y pasó a ser el único líder del grupo, luego de jugarse la 13º fecha del torneo.
Obviamente, los hinchas disfrutaron a lo grande y se escuchó fuerte desde los cuatro costados: "ohhh vamos a volver a volver, ni gallinas ni bosteros, yo soy del lobo jujeño".
Por supuesto que tienen derecho a ilusionarse, ya que el equipo viene de tres triunfos al hilo y por momentos muestra una solidez interesante, dando la sensación de haber alcanzado el anhelando funcionamiento. Sin embargo, la realidad es que todavía queda mucho camino por recorrer.
Eso sí, es saludable que en casa se haga respetar. Apenas Juan Pfundi pitó el inicio, los muchachos salieron con todo a presionar al Gimnasia mendocino en su propio campo.
Entonces, no sorprendió cuando gracias al "pressing", Camacho recuperó una pelota y avisó con un zapatazo de fuera del área.
En la acción siguiente, el incansable "Polaco" Menéndez guapeó y definió sobre el cuerpo de Rigamonti. Golazo.
Quintana tuvo la posibilidad de ampliar el marcador, tras un excelente movimiento colectivo, pero el balón dio en el palo y en el rebote tampoco pudo Camacho.
La visita nunca se resignó a estar perdiendo. Corrió, metió y hasta pegó con la complicidad del referí. Su problema pasaba en los últimos metros, donde no tenía ideas claras. Recién el minuto 30, desde fuera del área, Lencioni hizo lucir al seguro Milon Álvarez.
Ya sobre el cierre de la etapa, Molina cabeceó en el área chica y Rigamonti evitó la caída del arco cuyano, pero pudo hacen en la siguiente acción cuando Soria mandó un centro elevado y el "10" impactó con la frente abajo.
El dos a cero pareció liquidar la historia. Sin embargo, en el inicio del complemento, el local se refugió atrás y en 14 minutos fueron amonestados Palazzo, Endrizzi, Camacho, el ingresado Sánchez y Molina, el único por obstruir un tiro libre. Los otros, por infracciones. Entonces, la pregunta fue en el primer tiempo, ¿Pfundi no debió mostrar tarjetas amarillas también a los mendocinos? En fin. El técnico Matías Módolo decidió realizar modificaciones para tranquilizar las arremetidas del Gimnasia mendocino y lo logró, sin sufrir sobresaltos hasta el final.
Gimnasia de Jujuy es el nuevo puntero absoluto de su grupo y la gente festeja. Ahora el desafío será mantenerse.