Gimnasia se terminó floreando y su gente, disfrutando. Pero el dos a cero final sobre Temperley debe dividirse en dos etapas, precisamente las que forman un partido de fútbol. En la primera, el "lobo" corrió mucho más de lo que pensó, sembrando dudas en su funcionamiento. Y en la segunda, de la mano de Francisco Maidana y bien acompañado por sus compañeros, tocó, jugó y creó, quedando corto el 2-0 final.
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Gimnasia se terminó floreando y su gente, disfrutando. Pero el dos a cero final sobre Temperley debe dividirse en dos etapas, precisamente las que forman un partido de fútbol. En la primera, el "lobo" corrió mucho más de lo que pensó, sembrando dudas en su funcionamiento. Y en la segunda, de la mano de Francisco Maidana y bien acompañado por sus compañeros, tocó, jugó y creó, quedando corto el 2-0 final.
La actitud de buscar siempre el resultado. El primer tiempo, con errores y pocos aciertos, y en el complemento a puro fútbol superó al "gasolero", sumando tres puntos claves.
El equipo de Matías Módolo se presentaba ayer en el estadio "23 de Agosto" después de la goleada que le había propinado a Defensores Unidos de Zárate en Buenos Aires. Es decir, llegaba envalentonado y con la frente en alto, sabiendo que necesitaba otra victoria para seguir escalando en la tabla y hacer olvidar aquel cachetazo de hace 15 días sufrido en manos de Estudiantes.
Y salió como siempre a buscar la victoria. El tema fue que no tuvo ideas en los primeros cuarenta y cinco minutos. Salvo "Panchito" Maidana y algunos toques de Molina por izquierda, no hubo jugadas claras que pudieran "romper" el vallado rival. Además las infracciones no violentas, pero sí constante del "gasolero", llevaron a que el trámite se tornase deliberadamente malo.
Encima, la única chance de peligro -aislada- fue centro pasado que cabeceó Arregui desviado, ingresando por atrás de todos.
El técnico Matías Módolo seguramente empleó el descanso para reflotar conceptos de juego, intentando que los volantes se animaran mas para poder ingresar el área y abusar de los pelotazos para Quintana.
Apenas arrancó el complemento, Monti se llevó por delante a Perales en el área y el árbitro Joaquín Gil cobró el penal. Santiago Camacho, con autoridad, tomó balón, lo acomodó y pateó fuerte al medio.
El uno a cero le dio tranquilidad al "lobo", y a partir de allí comenzó a manejar los tiempos y el balón. Entonces, no sorprendió cuando los tres ingresados armaron la jugada que terminó en un golazo a puro toque. Duré robó la pelota en el sector, tocó para Matías Noble, quien pasó para Menéndez y el "Polaco" se la devolvió al volante para inflara la red.
Luego Maidana eludió a tres defensores y su tiro final, que debió terminar en festejo, fue justo interceptado por un rival. Y las dos tapadas finales de Milton Álvarez cerraron una tarde perfecta para los "albicelestes".
Los números de las camisetas de Temperley. Pobres los relatores e hinchas en general. Son celestes oscuras y llevan el número en negro, pero con un sombreado de color celeste también.
El próximo miércoles, en el estadio de Belgrano de Córdoba, el "lobo" enfrentará a San Martín de San Juan por la Copa Argentina con el objetivo de avanzar a la próxima fase.
Mala tarde del árbitro Joaquín Gil
de Monti sobre Jeremías Perales ‑lo empujó en el área chica‑, la actuación de Joaquín Gil en el estadio “23 de Agosto” fue mala. La función del árbitro es administrar justicia y tratar de equivocarse lo menos posible, como todos los seres humanos. Pero no entendió nunca cómo pudo dejar pegar tanto y de manera reiterada. Los jugadores de Temperley, también es cierto, no fueron violentos en cada de estas infracciones, pero sí lo hicieron de forma constante.
De esta manera, el juego se tornó “cortado” y obviamente aburrido para los espectadores que dijeron presente. Gil debió cortar la “estrategia” de los bonaerenses, sacando tarjetas amarillas. También el arquero Mastrolia se cansó de “hacer tiempo”. Los simpatizantes exteriorizaron su malestar a puro silbidos, pero no incidió en el hombre de negro. Pero sí llamó la atención cuando Gimnasia se puso en ventaja y un alcanzapelotas no respondió con velocidad al momento de devolver el balón, lo expulsó. En síntesis, su labor no incidió en el marcador final, pero fue fallida en líneas generales.